Director de cine optó por romper su compromiso con el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos por la pasividad de China a la hora de presionar a Sudán por la crisis de Darfur.
La renuncia de Steven Spielberg a participar en el diseño de la ceremonia de apertura de las Olimpiadas de Pekín 2008, en protesta por la política china hacia Darfur, logró el aplauso de las organizaciones humanitarias y el malestar de las autoridades de ese país.
Spielberg optó por romper su compromiso con el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos por la pasividad de China a la hora de presionar a Sudán, país al que compra dos tercios de sus exportaciones de petróleo y vende armas para acabar con la crisis de Darfur.
La decisión del famoso cineasta estadounidense no ha tenido hasta el momento una respuesta oficial del Gobierno de Pekín, a pesar de que Spielberg ya había comentado en agosto su intención de dar este paso.
«En este punto, mi tiempo y energía no deben destinarse a la ceremonia de las Olimpiadas, sino a intentar poner fin a los atroces crímenes contra la humanidad que se continúan cometiendo en Darfur», recalcó el director, ganador de dos premios Óscar en esta categoría por «Salvar al soldado Ryan» y «La lista de Schindler».
La embajada china en Washington emitió hoy un comunicado en el que, sin hacer mención directa a la decisión de Spielberg, calificó de «irresponsable, poco razonable e injusto» que se asocie la crisis en Darfur con los Juegos Olímpicos.
Por su parte, la organización Human Rights Watch aprovechó la ocasión para pedir a los patrocinadores y a los participantes en las Olimpiadas de verano que presionen a Pekín para que mejore el respeto a los derechos humanos.
En los últimos días, el Congreso estadounidense y un grupo de ganadores del premio Nobel, políticos y atletas trataron de influir en el gobierno chino para que aumente su implicación para solucionar el conflicto de Darfur.
La organización no gubernamental ‘Free Tibet Campaign’, que acusa a China de violaciones de derechos humanos en el Tibet, aplaudió la decisión tomada por Spielberg y denominó las Olimpiadas de Pekín como «los juegos de la vergüenza».
El portavoz del Comité Olímpico Internacional (COI), Emmanuelle Moreau, evitó calificar la renuncia del cineasta y se limitó a señalar que «esta es una decisión personal del señor Spielberg».
Además del director, otras estrellas de Hollywood, como Mia Farrow y George Clooney llevan a cabo fuertes campañas de denuncia sobre los problemas de Darfur y han criticado el apoyo que China brinda al país africano.
El BOCOG dio a conocer en abril de 2006 que Spielberg y Zhang Yimou, el director más famoso del cine chino, trabajarían juntos en el diseño de la ceremonia inaugural, que se celebrará el próximo 8 de agosto de 2008, aunque el estadounidense no había firmado aún un contrato.
El oscarizado director trabajaba también como asesor artístico junto al australiano Ric Birch, que dirigió las ceremonias de apertura y clausura de los Juegos de Sydney en 2000, y con Yves Pepin, presidente de la empresa francesa ECA2.
Las autoridades de Sudán han sido acusadas de cometer graves violaciones de los derechos humanos en la región de Darfur, donde en febrero de 2003 se inició un levantamiento armado de la población no árabe contra el Gobierno de Jartum, dominado por árabes.
La ONU estima que han muerto más de 200.000 personas y más de 2 millones han sido expulsadas de sus hogares en los últimos cinco años debido a este conflicto.
EFE
