Las autoridades sanitarias admitieron que la muerte de un joven de 25 años, el pasado día 8 en San Lorenzo, municipio situado a 20 kilómetros de Asunción, pudo deberse a ese mal, cuyos síntomas ha manifestado también una vecina suya que está hospitalizada en delicado estado.
Las autoridades paraguayas admitieron este jueves que estudian la declaración del estado de emergencia por brotes de fiebre amarilla y realizaron un llamado a los gobiernos de la región para el envío de vacunas contra esa enfermedad.
El senador oficialista y ex ministro de Salud, Martin Chiola, instó a la ciudadanía a enfrentar «esta situación» y afirmó que «posiblemente no están dimensionando la gravedad del inicio de una epidemia de fiebre amarilla» en el país tras una reunión con el jefe de Estado, Nicanor Duarte.
Las autoridades sanitarias admitieron que la muerte de un joven de 25 años, el pasado día 8 en San Lorenzo, municipio situado a 20 kilómetros de Asunción, pudo deberse a ese mal, cuyos síntomas ha manifestado también una vecina suya que está hospitalizada en delicado estado.
Hasta ahora los cinco casos confirmados por el Ministerio de Salud se concentraban en distritos rurales del departamento de San Pedro (centro).
Un campesino de la misma región murió el 1 de febrero en un hospital de Asunción con síntomas similares a los de esa enfermedad, pero aún faltan los resultados de unas pruebas enviadas a Brasil para el reconocimiento oficial
Chiola anunció que esta tarde será instalado un consejo asesor de ex ministros de Salud para acompañar la evolución de la situación y que el primer tema será la recomendación de la declaración de estado de emergencia nacional, y que él apoyará esa medida.
El ex ministro ofició de portavoz de la reunión realizada con el gobernante junto al viceministro de Salud, Antonio Barrios, quien dijo que Duarte «va a volver a insistir con cada uno de sus pares» de la región para el envío de mas dosis de vacuna.
Barrios señaló que se han contactado con las autoridades de Argentina, Brasil, Venezuela, Perú, México, Panamá y que «en este momento la única promesa efectiva es la provisión de 250.000 dosis que llegarán la próxima semana provenientes de Lima.
Añadió, sin embargo, que la primera partida, procedente de Brasil, que enviará 100.000 dosis, llegará hoy para ser destinada a la reserva «en el caso de que aparezcan nuevos brotes y necesitemos el bloqueo correspondiente».
Asimismo, en los primeros días de marzo se espera la llegada de 400.000 vacunas de las 600.000 prometidas del fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Llamamos a la conciencia para no agolparse en los centros de Salud porque las vacunas no van a ser aplicadas en forma masiva, ruego a la población sepa comprender de que no existe disponibilidad para aplicar a todos», expresó Barrios.
El viceministro precisó que hoy serán desplegados en el barrio de San Lorenzo donde se produjeron los casos sospechosos para vacunar «casa por casa» a sus habitantes, de una reserva de 30.000 dosis.
Desde que se anunció oficialmente hace una semana la aparición de la fiebre amarilla después de 34 años, la gente ha acudido en masa a los hospitales para vacunarse. El Ministerio de Salud declaró la alerta el pasado lunes para intensificar la campaña de prevención.
Sin embargo, cientos de habitantes de San Lorenzo bloquearon el miércoles una carretera de ese distrito para protestar por la falta de vacunas y hoy un vecino de la zona presentó un «amparo por la vida» para que la justicia ordene la vacunación de todos sus pobladores.
La enfermedad, también denominada Plaga Americana, es causada por un virus perteneciente a la familia Flaviviridae y se transmite por la picadura de un mosquito del género Aedes, y entre los síntomas se encuentra el dolor de cabeza, dolores musculares, fiebre, pérdida del apetito, vómitos e ictericia, de ahí el nombre de amarilla.
EFE
