El hecho se suma a los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con bomba que suceden casi a diario en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat.
Un grupo de separatistas musulmanes disparó este martes contra un funcionario y después lo quemó todavía vivo en el sur de Tailandia, región donde han muerto cerca de 2.900 personas desde que el movimiento independentista islámico reanudó la lucha armada, en 2004.
Fuentes policiales indicaron a los medios tailandeses que el incidente ocurrió en una carretera de la provincia de Pattani cuando la víctima, que viajaba en una moto con un compañero, cayó en una emboscada.
Los agresores le dispararon, se derrumbó sobre el asfalto y dos de los rebeldes le rociaron con gasolina y le prendieron fuego, mientras que su compañero lograba huir.
La Policía identificó a la víctima como Netr Noh-uma, de 46 años, funcionario del departamento de autopistas.
Los ataques con armas ligeras, asesinatos y atentados con bomba se suceden casi a diario en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat, de mayoría musulmana, pese al despliegue de 31.000 agentes de seguridad y de la aplicación del estado de excepción.
El Gobierno reconoció por primera vez esta año la existencia de vínculos entre los insurgentes del sur y la red terrorista Al Qaeda, y admitió que el conflicto ha empeorado desde que los separatistas reciben armas y dinero procedentes del narcotráfico.
EFE
