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Marina estadounidense lanza con éxito misil táctico contra satélite espía

Aunque el Departamento de Defensa confirmó que el proyectil alcanzó su objetivo, deberán pasar 24 horas para conocer si se cumplió con el objetivo de destruir el aparato, que tenía el tamaño de un bus.


La Marina estadounidense lanzó la noche del miércoles un misil táctico contra un satélite espía que se precipitaba hasta la Tierra, desde el buque «Lake Erie» situado en el Pacífico Norte, aunque no habrá datos sobre si se logró destruir el tanque del mismo hasta dentro de 24 horas, informó el Pentágono.



La destrucción del satélite fue ordenado por el presidente de EE.UU., George W. Bush, debido a que su tanque de combustible contenía gases tóxicos (hidracina) que al chocar con la atmósfera y diseminarsen pueden representar un peligro para la población.



«El misil ha sido lanzado y fue interceptado con éxito», indicó el Departamento de Defensa en una comunicado, y agregó que la operación se produjo poco después de las 22.30 hora local de Washington, 03.30 GMT.



A su vez, el Pentágono aclaró que los datos sobre si se logró impactar contra el tanque, de alrededor de 0,9 metros, no estarán disponibles hasta dentro de 24 horas.



El satélite conocido como «L-21» había sido puesto en órbita desde la base Vandenberg de la Fuerza Aérea en 2006.



La Marina de EE.UU. disponía de un lapso de diez segundos para poder derribar el aparato. En caso de fallar se hubiera llevado a cabo una segunda oportunidad en los días sucesivos, hasta el próximo 29 de febrero.



A lo largo de las últimas semanas las autoridades habían asegurado que existían pocas posibilidades de que los restos del satélite espía cayeran sobre zonas pobladas.



En este sentido, el consejero asesor adjunto de Seguridad Nacional de EE.UU., James F. Jeffrey, advirtió recientemente que solo había una posibilidad remota de que el satélite se desplomara sobre Tierra, superara intacto la entrada en la atmósfera terrestre y diseminara gases tóxicos.



El Departamento de Defensa había esperado hasta el día de hoy para derribar el aparato, para no poner en peligro las labores de aterrizaje del transbordador Atlantis, que tras doce días de misión en la Estación Espacial Internacional (EEI) llegó esta mañana al Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida).



A primera hora de hoy se temió no poder derribar el satélite, de 2.270 kilos, debido al alto oleaje reinante en el Pacífico Norte con olas de hasta dos metros, que finalmente no impidieron la operación.



La decisión final de disparar fue adoptada por el secretario de Defensa, Robert Gates, quien viajó a Hawai para iniciar un periplo de nueve días por Asia.



El Gobierno de EEUU desembolsó unos 60 millones de dólares para poder llevar a cabo esta tarea, muy seguida por los medios de comunicación estadounidenses debido a la espectacularidad y la precisión requerida en la operación.



Defensa recordó que la comunidad internacional fue avisada de que se llevará a cabo el derribo y las razones del mismo.



Mientras que el misil fue disparado desde el «Lake Erie», los buques «Decatur» y «Russell» acompañaron al primero.



El «Decatur» ayudó en la trayectoria del «Lake Erie» y el «Russell» sirvió de apoyo.



Una vez disparado tanto el misil táctico como el satélite, del tamaño de un autobús escolar, se dirigieron el uno hacia el otro a una velocidad de unos 35.000 kilómetros por hora.



EFE

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