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Refugios de inmigrantes han recibido 11% más de deportados de EE.UU

Según datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense por Nuevo Laredo son deportados diariamente entre 150 y 200 indocumentados.


Los refugios para inmigrantes indocumentados -conocidos como Casa del Migrante- que operan en la frontera de México con Estados Unidos han recibido un 11 por ciento más de personas deportadas de ese país en el último año, dijo este sábado un portavoz de ese organismo humanitario.



El sacerdote Benjamín Galván, responsable de la Casa Nazareth en la Nuevo Laredo en el estado fronterizo de Tamaulipas, explicó que esta casa ha atendido en los últimos cuatro años a unos 45.000 inmigrantes, de los cuales el 60 por ciento son centroamericanos y un 40 por ciento mexicanos.



Galván indicó que desde hace un año cuando se intensificaron las redadas contra indocumentados en Estados Unidos el número de personas deportadas se elevó entre un 10 y 11 por ciento.



Según datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense por Nuevo Laredo son deportados diariamente entre 150 y 200 indocumentados.



El religioso precisó que la Casa Nazareth atiende un promedio diario de entre 100 y 130 personas, lo que suma una media de 10.000 a 11.000 inmigrantes por año.



Galván agregó que la mayoría de los inmigrantes de Centroamérica provienen de Honduras, Salvador, Guatemala y Nicaragua.



La Casa Nazareth forma parte de una red de refugios sostenidos por los misioneros de San Carlos Scalabrinianos que hospedan a inmigrantes deportados en locales ubicados en Tijuana, Baja California, Ciudad Juárez, Chihuahua, Agua Prieta, Sonora, así como en la ciudad sureña de Tapachula, Chiapas, y en Tecún Umán de Guatemala, explicó.



El religioso añadió que la inmigración proveniente de Centroamérica y del sur de México «ya no tiene temporalidad», ya que en años anteriores el flujo de inmigrantes que intenta cruzar a Estados Unidos en busca del «sueño americano» se reducía en invierno y durante Semana Santa.



Añadió que actualmente el flujo es constante durante todo el año «debido a que ahora las condiciones son más difíciles en Centroamérica».



Las Casas del Migrante hospedan a los centroamericanos de dos a cuatro días, en tanto que los mexicanos permanecen un día y medio, y a todos se les proporcionan las tres comidas diarias, se les permite una llamada telefónica a sus familiares y un lugar donde dormir y lavar su ropa, explicó Galván.



Las Casas del Migrante son sostenidas por donaciones privadas, principalmente por colectas que les envía la iglesia Católica de Estados Unidos.
EFE

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