El país sufre cada año inundaciones y deslizamientos de tierra en los que mueren decenas de personas, principalmente durante la estación lluviosa, que comienza a mediados de mayo o principios de junio y acaba en noviembre.
Al menos 45 personas han muerto a causa de las riadas e inundaciones que persisten en la región del este de Filipinas, indicó este miércoles el Consejo Nacional para Coordinación de Desastres.
Otras diez personas fueron declaradas desaparecidas desde que la semana pasada las intensas lluvias anegaron extensas áreas de las provincias de Albay, Sorsogon, Camarines del Sur, y Camarines del Norte, Leyte, Biliran, y Capiz.
En la región de Samar Oriental, la más afectada y situada a 630 kilómetros al sureste de Manila, los equipos de rescate han recuperado hasta el momento 14 cadáveres.
Según las primeras estimaciones oficiales, las inundaciones que comenzaron a principios de esta semana, han causado daños a la agricultura e infraestructura por valor de 2.170 millones de pesos (54 millones de dólares,35,8 millones de euros).
Más de 5.000 hogares han sido destruidos o dañados.
En las tareas de distribución de alimentos y utensilios básicos para la subsistencia, participan desde la pasada semana, miembros de las organizaciones no gubernamentales, equipos de funcionarios, y soldados apoyados por maquinaria pesada.
Filipinas sufre cada año inundaciones y deslizamientos de tierra en los que mueren decenas de personas, principalmente durante la estación lluviosa, que comienza a mediados de mayo o principios de junio y acaba en noviembre.
A finales de 2006, cuatro tormentas consecutivas anegaron varias zonas del sur de Luzón y causaron inundaciones en las que perdieron la vida cerca de 1.300 personas y casi tres millones se vieron afectadas. EFE
