La oposición defendió además un proyecto de ley aprobado el miércoles en la Cámara de Representantes y que canaliza cerca de 18.000 millones de dólares -provenientes de impuestos a las petroleras- a programas de fuentes de energía renovables.
Los máximos representantes demócratas de la Cámara de Representantes enviaron este jueves una carta al presidente George W. Bush en la que manifiestan que los subsidios a las grandes compañías petroleras «no se justifican» y no es una política fiscal «responsable».
«No se justifica continuar los subsidios, financiados por los contribuyentes, para las grandes compañías del sector petrolero, que además son las más lucrativas en EE.UU.», dijeron los demócratas en la misiva enviada a Bush.
La oposición defendió además un proyecto de ley aprobado el miércoles en la Cámara de Representantes y que canaliza cerca de 18.000 millones de dólares -provenientes de impuestos a las petroleras- a programas de fuentes de energía renovables.
«Creemos firmemente que este compromiso a largo plazo con nuestro futuro debe hacerse de forma que sea fiscalmente responsable», dijeron.
Así respondieron a las declaraciones que hizo Bush la mañan de este jueves durante una rueda de prensa, en la que dejó en claro su rechazo al proyecto de ley, por considerar que se trata de un impuesto injusto a las compañías petroleras y solo conducirá a un aumento del precio de la gasolina.
Un estudio del Congreso calculó que el proyecto de ley, tal como está concebido, supondrá un costo promedio anual de 1.800 millones de dólares para las cinco principales empresas petroleras del país.
Esas compañías percibieron, en su conjunto, ingresos por un total de 123.000 millones de dólares el año pasado, según el análisis.
En ese sentido, los demócratas señalaron en la carta que solo la empresa ExxonMobil percibió un total de 40.600 millones de dólares -la mayor ganancia de una empresa en la historia estadounidense-, «lo que equivale a 132 dólares» por cada habitante en EE.UU.
El senado también debe votar sobre la medida que, según los demócratas, pondrá fin a los subsidios a las compañías petroleras, pero con el objetivo de dirigir ese dinero a mayores inversiones en programas de conservación energética e investigaciones para fuentes de energía renovables.
Eso a su vez, añaden, ayudará a generar «centenares de miles de trabajos» ligados a la protección del medio ambiente y preservará unos 116.000 empleos en los sectores de energía eólica y solar.
La carta está firmada por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, entre otros demócratas.
Pero Bush aseguró este jueves que «sacar dinero de los cofres de las empresas petroleras solo les dificultará hacer más inversiones» y conducirá a un aumento del costo de la gasolina, que este verano se prevé alcanzará los cuatro dólares por galón (3,78 litros).
El intercambio de reproches entre Bush y la oposición demócrata refleja la acritud que mantienen ambas partes en torno a diversas prioridades nacionales.
En este caso, el tema de la economía -y el aumento de los precios de combustible, en general- se ha politizado y es, incluso, un tema en la campaña electoral.
EFE
