Luis Eladio Pérez, liberado el miércoles último por las FARC, dijo que estuvo el 4 de febrero con la ex candidata presidencial, quien le indicó que estaba cuidando su delicada salud con un calcio y algunas vitaminas que le habían suministrado los rebeldes.
El ex legislador colombiano Luis Eladio Pérez, puesto en libertad el miércoles por la guerrilla de las FARC, recibió de la secuestrada Íngrid Betancourt unas «cositas» para sus familiares, entre ellas un cinturón tejido por ella y que tiene como destino a Melanie Delloye, la mayor de sus dos hijos.
Pérez dijo este jueves desde Caracas que la ex candidata presidencial colombo-francesa le entregó los presentes el pasado 4 de febrero, día en el que los rebeldes lo encaminaron hacia la libertad.
«Se quitó el cinturón que ella había tejido con mucho esfuerzo para que se lo llevara, se lo entregase a Melanie», declaró el ex congresista en una entrevista con la cadena bogotana Caracol.
El ex cautivo dijo que Betancourt le entregó «unas cositas» que él conserva «con mucho cariño» para entregárselas a sus otros destinatarios, que son Yolanda Pulecio, la madre de la cautiva, su hermana Astrid y Lorenzo, su otro hijo.
Tras confiarle estos recuerdos, de los que no ofreció detalles, la rehén se despidió «con una emoción muy grande», agregó Pérez, quien indicó que Betancourt le gritaba que no se preocupara por su salud, que «estaba tratando de recuperarse un poco» con un calcio y algunas vitaminas que le habían suministrado los rebeldes.
«Me dijo: ‘gózate, goza cada minuto de libertad, gózalo, Lucho'», recordó Pérez, quien estuvo seis años y ocho meses en poder de las FARC, que lo liberaron junto a los también ex parlamentarios Gloria Polanco de Lozada, Orlando Beltrán Cuéllar y Jorge Eduardo Géchem Turbay.
Pérez confesó que le «parte el alma» recordar este último encuentro con Betancourt, por quien no pudo hacer nada para sacarla de la selva, en la que permanece -dijo- en condiciones infrahumanas.
Betancourt fue hecha cautiva en febrero de 2002 junto a su fórmula electoral Clara Rojas, liberada el pasado 10 de enero con la ex congresista Consuelo González de Perdomo, en la primera entrega unilateral de rehenes ordenada por el mando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«Íngrid, para las FARC, es el botín de oro en este desgraciado proceso», afirmó el ex rehén, para quien el caso de ella «es correr contra el tiempo».
EFE
