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Clinton gana con apoyo hispano en Texas y Obama tiene más delegados

De acuerdo con observadores, si algo quedó claro en las primarias en Texas y Ohio es que Clinton da lo mejor de sí cuando se encuentra «contra las cuerdas» pero, en esta ocasión, buena parte de los 3,6 votantes hispanos en Texas le ayudaron en esta hazaña.


La senadora demócrata Hillary Clinton debe buena parte de su victoria en las primarias de Texas a los votantes hispanos en EEUU, quienes optaron por ella tras considerar que el senador Barack Obama sigue siendo un «desconocido» en ese estado.



Gracias a los hispanos, Clinton se mantiene con vida en esta reñida contienda tras lograr importantes victorias la noche del martes en Texas y Ohio, dos estados clave para continuar su lucha por la candidatura presidencial del Partido Demócrata, según expertos consultados.



De acuerdo con observadores, si algo quedó claro en las primarias en Texas y Ohio es que Clinton da lo mejor de sí cuando se encuentra «contra las cuerdas» pero, en esta ocasión, buena parte de los 3,6 votantes hispanos en Texas le ayudaron en esta hazaña.



El voto hispano fue decisivo en estados como California, Florida, Nevada, Nuevo México, Nueva York y Nueva Jersey, y lo volvió a ser en Texas.



Una encuesta a boca de urna realizada por la cadena por cable CNN señala que Clinton logró el apoyo del 66 por ciento de los hispanos, frente al 32 por ciento de Obama.



Entre los latinos republicanos, el 47 por ciento se decantó por el senador por Arizona John McCain, quien alcanzó los 1.191 delegados necesarios para lograr la candidatura presidencial.



El ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee logró el 42 por ciento del voto latino republicano pero abandonó la contienda al quedarse sin posibilidades matemáticas.



La campaña de Clinton asegura que los resultados en Texas reflejan la lealtad de los votantes hispanos hacia la senadora demócrata por Nueva York.



«No conozco a nadie en la arena política que pueda considerar una victoria demócrata sin tomar en cuenta a los votantes hispanos», comentó Garry Mauro, coordinador de la campaña de Clinton en Texas.



Ambas campañas intensificaron sus esfuerzos por atraer el voto latino en Texas, especialmente en las regiones con alta concentración hispana, pero difirieron en estrategias: Clinton se apoyó en una amplia red de líderes comunitarios mientras que Obama se lanzó tras la búsqueda de los votantes más jóvenes.



La ventaja de Clinton, sin embargo, yace en que ésta ha mantenido una fuerte presencia en Texas, donde además muchos hispanos fueron leales con su esposo, el ex presidente Bill Clinton.



Los Clinton, señalan sus partidarios, tienen más de 30 años de activismo en el sur de Texas, y Obama apenas empieza a abrirse brecha entre los latinos.



Hace tres años, Obama aún era senador estatal de Illinois y su nombre no era conocido más allá de ese estado.



El apoyo latino hacia los demócratas se debe, en términos generales, a que mantienen políticas en contra de muros en la frontera con México, a favor del fin de la guerra en Irak y una reforma educativa que ayude a los inmigrantes.



Pero Ana Navarro, portavoz hispana de la campaña de McCain, dijo este miércoles que el senador ha logrado un gran apoyo de los latinos en Arizona, «y creo que ellos lo respetan porque ven su trayectoria y su compromiso con las cosas que les afectan».



Uno de esos asuntos es la inmigración, que mantiene divididos a los republicanos y ha puesto en aprietos a McCain con los conservadores.



«El senador sigue apoyando una reforma migratoria pero sólo si se certifica que se ha fortalecido la seguridad en las fronteras. Nunca ha tenido una retórica ni contra los hispanos ni contra ningún otro grupo y los latinos entienden eso», aseguró Navarro.



Para Juan Carlos Benítez, un estratega republicano de Cassidy & Associates y miembro del consejo hispano del Partido Republicano, da igual quien logre la candidatura demócrata porque «ninguno podrá contra la trayectoria de McCain».



«Ninguno de los dos tiene los 30 años de trayectoria que tiene McCain. Tiene un récord conservador muy acorde con los puntos de vistas de los hispanos en torno al aborto o la familia, y no creo que tenga problemas para ganárselos en noviembre», vaticinó.



Mientras, la campaña de Clinton reconoce que la ex primera dama continúa a la zaga de Obama en el número de delegados comprometidos, por lo que las primarias de Pensilvania el próximo 22 de abril serán decisivas.



No sorprende que la campaña de Clinton ya esté refinando su estrategia de ataque contra Obama, a quien ha intentado tildar de inexperto en varios frentes.



Cualquiera de los dos haría historia: Clinton como la primera mujer, y Obama, como el primer afroamericano, en llegar a la Casa Blanca.



Pero la posibilidad de que se prolongue la agonía para seleccionar al candidato presidencial ha causado nerviosismo entre los demócratas, quienes temen que eso fragmente al partido y sirva de innecesaria distracción para empezar a atacar a McCain.



EFE

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