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Visita de canciller de México a Cuba busca reactivar la relación con la isla

Su llegada, que podría ser el preludio de un viaje del presidente Felipe Calderón a la isla, una opción que no ha descartado la Cancillería, marca «el reinicio de las relaciones diplomáticas, políticas, económicas» entre las dos naciones, afirmó desde La Habana el embajador de México, Gabriel Jiménez Remus.


La canciller de México, Patricia Espinosa, cumplirá a partir de este jueves una visita oficial de dos días a Cuba, con el objetivo de reactivar las relaciones bilaterales tras la confrontación entre la anterior administración mexicana y el régimen cubano.



En la isla caribeña, Espinosa se entrevistará el jueves con su homólogo, Felipe Pérez Roque, en el marco de la III Reunión del Mecanismo de Información y Consultas Políticas entre ambos países.



El viernes está previsto que se reúna con el vicepresidente Carlos Lage, el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón, y el jefe del departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista, Fernando Remírez de Estenoz.



El embajador de México en la capital cubana, Gabriel Jiménez Remus, calificó el martes la visita de Espinosa de «histórica» y llena de «contenido político».



Su llegada, que podría ser el preludio de un viaje del presidente Felipe Calderón a la isla, una opción que no ha descartado la Cancillería, marca «el reinicio de las relaciones diplomáticas, políticas, económicas» entre las dos naciones, afirmó desde La Habana Jiménez.



El diplomático señaló, además, que su país respetará el régimen interno cubano, «esté quien esté al frente».



El viaje de Espinosa forma parte de la estrategia de Calderón de recuperar la diplomacia con todos los gobiernos latinoamericanos, dañada en los casos concretos de Cuba y Venezuela durante la gestión de su antecesor, Vicente Fox (2000-2006).



Las relaciones con La Habana estuvieron al borde de la ruptura en 2004, cuando Fox retiró a su embajadora en Cuba, Roberta Lajous, y expulsó al cubano, Jorge Bolaños, tras acusar a La Habana de entrometerse en asuntos internos.



Las diferencias habían comenzado dos años antes cuando Fox pidió a Fidel Castro que acortara su visita a la Cumbre de Monterrey, en el norte de México, para evitar conflictos con el presidente de EE.UU., George W. Bush.



El experto del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) Rafael Fernández de Castro dijo que la mejoría en la relación cubano-mexicana responde simplemente al rumbo fijado por Calderón en política exterior y descartó que el Ejecutivo pretenda mediar en un eventual proceso de cambio en la isla.



«La diplomacia de Calderón me parece bastante realista y no veo un México sintiéndose mediador de la apertura cubana y de su relación con EE.UU., ya que no busca tener un papel espectacular en la región», señaló.



Entre los gestos recientes del Gobierno mexicano hacia Cuba destaca la decisión de renegociar la deuda de 414 millones de dólares contraída por la isla con el Banco Mexicano de Comercio Exterior (Bancomext).



Además, a los pocos meses de asumir el poder Calderón, México apoyó desde la Presidencia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la aprobación de un nuevo reglamento para que esa instancia eliminara las misiones de relatores de DD.HH. sobre Cuba.



El año pasado, México y Cuba designaron nuevos embajadores en La Habana y la capital mexicana.



En un artículo publicado este miércoles por el diario Reforma, el canciller de Fox entre 2000 y 2003, Jorge Castañeda, cuestionó el plan mexicano de recomponer la relación tal como estuvo concebida durante la época hegemónica del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó el país entre 1929-2000.



Entonces, recordó, su país denunciaba a las dictaduras derechistas de Latinoamérica «pero nunca mencionaba la violación de los Derechos Humanos en Cuba», situación que cambió cuando llegó a la Presidencia mexicana Fox, del conservador Partido Acción Nacional, como Calderón.



EFE

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