Luego de que la Justicia ordenase una nueva exhumación del cuerpo de José Alberto Antonio Reggiardo, los peritos se toparon con la sorpresa de que el cuerpo no estaba en el ataúd en el que fue sepultado en 1998.
Los restos de un hacendado argentino muerto en un accidente desaparecieron del cementerio en el que habían sido enterrados hace una década, en momentos en que se enjuicia a una mujer por haber cambiado su identidad para heredar unos 35 millones de dólares del fallecido, informó este jueves el diario Clarín.
Luego de que la Justicia ordenase una nueva exhumación del cuerpo de José Alberto Antonio Reggiardo, los peritos se toparon este jueves con la sorpresa de que el cuerpo no estaba en el ataúd en el que fue sepultado en 1998, dice el periódico en su versión electrónica.
La Cámara del Crimen de la ciudad de Gualeguay, que lleva adelante el juicio, pretendía tomar muestras genéticas de los restos de Reggiardo para compararlas con las de una mujer que dice ser hija del hombre muerto a los 73 años en un accidente de aviación.
Pero, en el ataúd «sólo se encontró una caja de lata y no había señales de la presencia del cadáver», afirmó el abogado de Mario Calderón, quien logró demostrar con pruebas genéticas que es el único hijo de Reggiardo.
Calderón, de 57 años, fue precisamente quien presentó la denuncia que dio origen al proceso contra María Godoy, de 30 años, y que está siendo juzgada por estafa y falsificación de documentos junto con un notario y un abogado.
Según fuentes judiciales, ambos intervinieron para que la mujer fuera nombrada única heredera de Reggiardo, tras lo cual Godoy ha vendido 1.000 de las 7.000 hectáreas de campos que tenía el fallecido, dueño de propiedades valoradas en unos 35 millones de dólares.
Al parecer, dijeron las fuentes, Reggiardo murió sin saber que tenía un hijo natural con la empleada de uno de sus establecimientos, quien tuvo otros dos vástagos con uno de los peones del campo y confesó su relación extra matrimonial con el hacendado antes de morir ahogada al volcar una embarcación en 1954.
Para el poblado de El Cerro, en la provincia de Entre Ríos (noreste) y vecino a Gualeguay, a 240 kilómetros de Buenos Aires, donde Reggiardo tenía sus propiedades, el hacendado compartió 26 años de su vida con Luisa Arrúa sin dejar descendencia.
Las tramitaciones de los primos de Reggiardo para cobrar la herencia fueron interrumpidas en marzo de 1999 por Calderón, quien la reclamó para sí como hijo del hacendado y pidió una prueba genética para demostrarlo, manifestaron las fuentes consultadas.
En noviembre de 1999, Godoy presentó un certificado de nacimiento de la ciudad entrerriana de Nogoyá según el cual era la hija de Reggiardo y de Ramona Godoy, y un testimonio del hacendado que avalaba tal documento, con lo que logró un fallo judicial que la nombró única heredera del hacendado.
Pero, la denuncia de Calderón desembocó en unas investigaciones que demostraron la falsedad de la documentación presentada por Godoy certificada por el notario Luis Galli y el abogado Walter Martinez.
EFE
