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Izquierda gana las elecciones locales en un sonado revés para Sarkozy

Liderada por los socialistas, la oposición reconquistó al menos 30, de las 41 ciudades de más de 20 mil habitantes perdidas en 2001, entre ellas Estrasburgo, Reims, Caen, Amiens, Narbona, Metz o Périgueux.


La oposición de izquierda liderada por los socialistas se alzó este domingo con una amplia victoria en la ronda final de las elecciones locales francesas en las que había llamado a un voto de castigo al presidente, Nicolas Sarkozy, 10 meses después de su llegada al Elíseo, y a su gobierno conservador.



La izquierda es «mayoritaria en votos» y por el «número de ciudades y departamentos», proclamó el líder del Partido Socialista (PS), Franí§ois Hollande, quien pidió a Sarkozy y su Ejecutivo que, por tanto, «rectifiquen» su política.



Pero el primer ministro, Franí§ois Fillon, rechazó que se saquen «lecciones nacionales» de estos comicios municipales y cantonales, y aseguró que proseguirán las reformas.



En una breve alocución televisada, subrayó que la participación fue «muy baja» – la abstención podría superar 37%, según resultados parciales-, y dijo que la batalla por el empleo y el poder adquisitivo «debe acentuarse».



Otros dirigentes de la conservadora y gobernante UMP reconocieron que fue una «derrota» para sus filas, palabra silenciada por Fillon, y la atribuyeron a la combinación de «impacientes y descontentos».



Sarkozy, quien guardó silencio en esta velada electoral tras haber estado casi ausente de la campaña, marcada por su impopularidad, había hecho saber, en vísperas de los comicios, que mantendría el rumbo, aunque procedería a leves ajustes gubernamentales y, sobre todo, a cambios en su estilo presidencial y en su comunicación.



Según resultados parciales de las municipales dados por el Ministerio del Interior hacia la medianoche local, la izquierda cosechaba 48,8% de los votos, frente al 47,3% para la derecha, casi la misma diferencia de puntos que en la primera vuelta del pasado día 9.



Marsella, segunda ciudad de país, sigue en manos de la derecha, según anunció el alcalde conservador, Jean-Claude Gaudin, mientras que Toulouse, cuarta urbe de Francia y bastión de la derecha desde hace 37 años, pasó a manos del aspirante socialista, Pierre Cohen.



Liderada por los socialistas, la izquierda reconquistó al menos 30, de las 41 ciudades de más de 20 mil habitantes perdidas en 2001, entre ellas Estrasburgo.



Arrebató a la derecha Reims, Caen, Amiens, Narbona, Metz o Périgueux, donde fue derrotado el ministro de Educación, Xavier Darcos. En total, cuatro de los 22 miembros del Ejecutivo que postulaban en los comicios perdieron su apuesta.



En París, las listas del alcalde socialista Bertrand Delanoe, aliado con los Verdes, obtuvieron una clara victoria, con el 57,7% de los votos, pero no conquistaron distritos adicionales.



La izquierda, al adueñarse de Toulouse y Estrasburgo y conservar otras seis de las de más de 200.000 habitantes, incluida Lille, que ya controlaba, deja a la derecha sólo Marsella, Burdeos y Niza.



La derecha ha arrebatado sólo cuatro ciudades de más de 30.000 habitantes, incluida Calais tras 37 años de gestión comunista.



Gracias a sus al menos ocho conquistas en las cantonales, la izquierda controlará casi 60 de los 101 departamentos de Francia.



Mientras, el líder del centrista MoDem, Franí§ois Bayrou, que tiene la vista puesta en las Presidenciales de 2012, perdió su apuesta por la Alcaldía de Pau.



«Habrá otros combates y otras victorias», prometió Bayrou, que atribuyó su derrota ante la aspirante socialista a la negativa del postulante de la derecha a retirarse después de la primera ronda.



Bayrou había excluido alianzas nacionales y optó porque sus listas se aliaran con la izquierda o la derecha, según los casos, para la segunda ronda, en la que el electorado centrista parece haberse inclinado más por la primera que por la segunda.



Estas elecciones municipales y cantonales han acentuado la bipolarización de la vida política francesa, con «la casi desaparición de los extremos y el debilitamiento del partido comunista», señaló la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie.



Con su victoria, el PS domina ahora el paisaje local, departamental y regional de Francia, lo que debe utilizar para «reparar lo que gobierno ha destruido desde hace 10 meses», según afirmó la ex candidata Ségolène Royal.



Aunque quiso jugar en «colectivo» por la noche, Royal no pudo evitar una alusión indirecta a sus ambiciones personales -el liderazgo del PS de cara a las presidenciales de 2012″-, al pedir que se transforme «el voto de castigo en un voto de futuro».



EFE

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