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El vehículo espacial europeo «Julio Verne» se acopla el jueves a la EEI

A diferencia de las naves estadounidenses y rusas, que precisan del aporte humano para engancharse a la estación, este nuevo aparato se aproximará a la Estación Espacial Internacional siguiendo un protocolo automático basado en los propios sensores y radares embarcados en el vehículo.


El vehículo espacial europeo «Julio Verne» se acoplará el jueves a la Estación Espacial Internacional (EEI) en lo que constituirá una maniobra inédita en el espacio al estar totalmente teledirigida y automatizada desde la Tierra.



El acoplamiento del «Jules Verne» a la EEI marca «una fase decisiva de la contribución de Europa» a la estación, puesto que por primera vez la Agencia Espacial Europea (ESA) dispondrá de autonomía total para llegar a la base espacial multinacional.



Hasta ahora, el envío de material a la EEI dependía de las lanzaderas estadounidenses o del vehículo ruso «Progress».



«La fase de acoplamiento será un momento mágico», aseguró el responsable de comunicación científica de la ESA, Fernando Doblas, quien señaló que el proceso marcará una revolución en este tipo de maniobras espaciales.



A diferencia de las naves estadounidenses y rusas, que precisan del aporte humano para engancharse a la estación, el «Julio Verne» se aproximará a la EEI siguiendo un protocolo automático basado en los propios sensores y radares embarcados en el vehículo.



«Será una operación automática que se hará en condiciones particularmente complicadas, puesto que no hay que olvidar que tanto la estación como el vehículo orbitan en torno a la Tierra a unos 28.000 kilómetros por hora», explicó Doblas.



Pese a ese movimiento y a que la maniobra de aproximación debe hacerse con una precisión «de centímetros», los ingenieros de la ESA confían en que todo se desarrollará de forma satisfactoria.



Para ello han efectuado dos test anteriores, uno el pasado día 29, en el que el vehículo se acercó a tres kilómetros de la EEI, y otro hace dos días, cuando estuvo a apenas once metros.



En caso de que algo falle en la maniobra, el vehículo cuenta con «cortafuegos» que pueden detener la operación y retrasarla para otro momento.



«Si la cosa sale mal no será ningún drama, pero si sale bien será un momento grandioso», dijo Doblas.



«Julio Verne» abrirá una nueva etapa de la aportación europea a la EEI, ya que el vehículo es puesto en órbita por un cohete Ariane, también europeo, desde la base de la ESA en Kurú, en la Guayana francesa.



«A partir de ahora, Kurú se une a Cabo Cañaveral (EEUU) y Baikonur (Kazajistán) como bases de aprovisionamiento de la EEI», dijo Doblas.



Europa sigue sin capacidad de transportar astronautas al espacio, pero Doblas señaló que hay proyectos de estudio para acoplar una cápsula especial a «Julio Verne» y que en el futuro pueda servir para ese fin.



Por el momento, el vehículo permitirá llevar a la EEI material, combustible y experimentos y, al tiempo, desembarazará a la estación de residuos acumulados.



Con una carga de hasta nueve toneladas, «Julio Verne» tiene una capacidad de transporte tres veces superior al «Progress», aunque es inferior a los transbordadores espaciales estadounidenses.



El acoplamiento de «Julio Verne» a la EEI debe servir «para dar un impulso al sector espacial europeo», indicó Doblas, quien señaló que próximamente la ESA lanzará una campaña para reclutar nuevos astronautas.



Además de vehículo de transporte, «Julio Verne» servirá también durante los seis meses que permanezca acoplado a la EEI como un módulo suplementario y como motor de impulsión que permita remontar a la estación a su órbita habitual y corregir así el efecto que provoca la atracción terrestre.



EFE

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