El Procurador (fiscal) de los Derechos Humanos de la zona, Francisco Javier Sánchez, dijo que personal de esa institución se presentó en la penitenciaría para indagar sobre del asesinato y verificar las quejas de los familiares del interno, preocupados ante la posibilidad de que este tipo de agresiones se vuelvan a repetir.
Defensores de derechos humanos y familiares de reos de la Penitenciaría del Estado en Tijuana, ciudad del norte de México y fronteriza con San Diego (EE.UU.), solicitaron este miércoles protección para los presos de esa cárcel, después de que apareciera decapitado uno de ellos en su celda.
El ex agente de la Federal de Investigación (AFI) Evaristo Morales, de 45 años de edad, fue decapitado el pasado martes por otro reo y las autoridades encontraron junto a su cuerpo un mensaje de «Alto al hostigamiento».
Las autoridades del Centro de Readaptación Social identificaron como presunto responsable de la muerte de ese agente dependiente de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) a Francisco Javier Cantú, que posteriormente reconoció su crimen.
En el lugar del asesinato fue hallada una hoja de metal con la que Cantú acabó con la vida de la víctima, dijeron las fuentes, que no especificaron el móvil de esa acción.
Morales fue detenido el pasado 5 de enero junto con José Gálvez Rodríguez y Erasto Frotino Trujano, por el secuestro de un empresario de Tijuana que finalmente fue liberado.
El Procurador (fiscal) de los Derechos Humanos de la zona, Francisco Javier Sánchez, dijo que personal de esa institución se presentó en la penitenciaría para indagar sobre del asesinato y verificar las quejas de los familiares del interno, preocupados ante la posibilidad de que este tipo de agresiones se vuelvan a repetir.
La Penitenciaría del Estado de Tijuana, situada en la delegación (distrito) de La Mesa, es conocida como «El Pueblito» porque durante muchos años ese sitio estuvo formado por barracas, algunas de ellas verdaderos departamentos de lujo para los presos que podían pagar esos beneficios.
En la actualidad funciona como un presidio para mujeres y para algunos reos masculinos de cierta peligrosidad, como ese ex agente federal decapitado.
EFE
