Publicidad

Seis muertos en choque entre policías y militares en norte de México

La Fiscalía de Nuevo León confirmó que en los hechos perdieron la vida tres agentes de policía, un civil y dos militares.


Dos enfrentamientos con armas de fuego ocurridos esta madrugada en el norte de México entre policías estatales y militares dejaron seis muertos y un oficial herido, confirmó este viernes la fiscalía del estado de Nuevo León.



Los primeros informes de la Policía Ministerial, adscrita a la fiscalía del estado, precisaron que los tiroteos ocurrieron en municipios ubicados a una distancia de entre 100 y 30 kilómetros al norte de Monterrey, la capital del estado.



La Fiscalía de Nuevo León confirmó que en los hechos perdieron la vida tres agentes de policía, un civil y dos militares.



Estos dos últimos secuestraron y asesinaron a Samuel González Villarreal, empleado del aeropuerto de Lampazos, en las afueras de Monterrey.



Testigos de los hechos alertaron a la fiscalía, que montó un dispositivo para detener a los agresores.



En un retén en el municipio de Villaldama se produjo el primer intercambio de disparos, en el que murió el agente estatal Gerardo David Moreno Sandoval.



En este tiroteo también resultó malherido el policía José Ángel Rodríguez, que perdió la vida minutos después en un hospital.



Los militares huyeron en una patrulla que pertenecía a la policía, equipada con sistema de localización por satélite que permitió a los agentes estatales dar con ellos horas después en el municipio de Salinas Victoria.



Allí tuvo lugar un segundo tiroteo en el que fallecieron los dos agresores, así como el agente José Luis Rodríguez.



También resultó herido en el enfrentamiento comandante Martín Castro, que está ingresado con pronóstico estable en la clínica Oca de Monterrey.



Los homicidas son Gerardo Sánchez Mandujano y Luis Ángel Crisóstomo Guerrero, adscritos a un destacamento militar que vigila el norte del estado, confirmó en rueda de prensa el procurador de Justicia de Nuevo León, Carlos Treviño.



Según el funcionario, los militares abandonaron sin autorización a su grupo para cometer el crimen, en el que usaron sus armas reglamentarias, fusiles Galil.



Las pruebas toxicológicas realizadas a sus cuerpos mostraron que no habían consumido drogas pero sí bebidas alcohólicas.



EFE

Publicidad

Tendencias