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Bush anuncia parada en recorte de tropas en Irak a partir de agosto

Una vez hayan concluido los recortes actuales, el número de tropas de Estados Unidos en Irak, que actualmente son 158.000, quedará en cerca de 138.000 soldados.


Los recortes graduales de los últimos meses en el número de tropas de EE.UU. en Irak se acabarán a partir de agosto, anunció este jueves el presidente George W. Bush en una alocución en la que tuvo también duras palabras de advertencia a Irán.



En un discurso en la Casa Blanca, Bush dijo que aceptó las recomendaciones del comandante de las tropas estadounidenses en Irak, general David Petraeus, y en consecuencia el 31 de julio se retirarán los últimos soldados de la «oleada» de 30.000 efectivos que ordenó hace quince meses.



Entonces se abrirá un periodo de evaluación -de duración indefinida- para determinar cómo evoluciona la situación sobre el terreno, afirmó el presidente, quien aseguró que en los últimos quince meses se ha producido «un giro estratégico» y ahora las tropas de EE.UU. «tenemos la iniciativa».



Declaró que Petraeus «tendrá todo el tiempo que necesite» para evaluar la situación. «Algunos han sugerido que este periodo será una pausa. Eso es una falsa impresión, porque no se detendrá ninguna de nuestras operaciones en Irak. En su lugar, usaremos los próximos meses para aprovechar las oportunidades creadas por la oleada», agregó.



Una vez hayan concluido los recortes actuales, el número de tropas de Estados Unidos en Irak, que actualmente son 158.000, quedará en cerca de 138.000 soldados.



Ello significa que, casi con toda seguridad, el próximo presidente estadounidense heredará en enero del año próximo una presencia militar en Irak aún muy numerosa y, con ella, el problema de cómo y cuándo retirar a esos soldados.



Los aspirantes presidenciales demócratas Hillary Clinton y Barack Obama son partidarios de una retirada tan pronto como sea posible, mientras que el candidato republicano, John McCain, es partidario de continuar allí hasta que Irak esté completamente estabilizado.



Bush ha visto precipitarse sus índices de aceptación, por debajo del 40 por ciento, debido a la impopularidad de la guerra entre los estadounidenses.



En su discurso, el presidente anunció también un recorte en el tiempo de despliegue de las unidades en Irak. En la actualidad es de quince meses y pasará a ser de un año, para permitir más descanso a unos soldados que, en muchos casos, cumplen su segundo, tercer o hasta cuarto servicio en el país árabe.



El anuncio se produce después de que esta semana Petraeus y el embajador estadounidense en Bagdad, Ryan Crocker, presentaran su informe al Congreso sobre la situación en Irak, en el que recomendaron una pausa en la reducción de tropas.



Según Bush, en los quince meses desde que ordenó el aumento de tropas en Irak, se han logrado «progresos significativos» en el país árabe, aunque persisten problemas como la influencia iraní o la presencia de la red terrorista Al Qaeda.



En este sentido, afirmó que «un Irak libre no tolerará las interferencias de militantes iraníes» e instó a Teherán a elegir entre vivir en paz con su vecino o continuar sus intentos de desestabilización.



Si Irán «toma la decisión correcta, Estados Unidos le alentará a seguir por ese camino de la paz», pero si no «protegeremos a nuestras tropas, nuestros intereses y a nuestros aliados iraquíes», advirtió el presidente estadounidense, que tras su discurso partió hacia su rancho en Crawford (Texas) para pasar el fin de semana.



Por su parte, el secretario de Defensa, Robert Gates, que interviene hoy ante el Senado, ha indicado que el Pentágono está de acuerdo con la decisión presidencial y afirma que el periodo de revisión no será «largo».



En su discurso ante el Senado, distribuido con antelación por el Pentágono, Gates dijo que «nuestra esperanza es que si las condiciones sobre el terreno lo permiten podamos reducir más nuestra presencia en otoño» en Irak.



Aun así, puntualizó, «la situación de la seguridad es frágil y lo que hemos ganado se puede perder».



En su respuesta al discurso de Bush, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, afirmó que el anuncio «sólo se puede describir como un paso adelante, dos atrás».



«Nuestras tropas siguen en una guerra civil sin fin, nuestras fuerzas están muy dadas de sí y no podemos responder a amenazas que surgen en el mundo», denunció



EFE

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