Del total de víctimas, trece estaban agrupados en la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT, la más grande del país) y tres en la Confederación General de Trabajadores (CGT) y otro era miembro de un sindicato no confederado.
El asesinato de sindicalistas en Colombia presentó un incremento del 89 por ciento en el primer trimestre de este año, lapso en el que se registraron 17 casos, denunció este viernes en Medellín la Escuela Nacional Sindical (ENS).
La organización no gubernamental destacó que, de las víctimas de este período, nueve eran dirigentes sindicales, lo que supone una subida del 800 por ciento en relación con el mismo trimestre de 2007, cuando un líder murió de forma violenta.
Los otros ocho asesinados de enero a marzo de 2008 eran afiliados a sindicatos, contra nueve en el primer trimestre de 2007, agregó la ENS en un informe sobre la violencia contra el movimiento sindical colombiano en el período.
La entidad de investigación y estudio del sector, con sede en la ciudad industrial de Medellín, observó que los sindicalistas asesinados pertenecían a trece organizaciones sindicales diferentes.
Del total de víctimas, trece estaban agrupados en la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT, la más grande del país) y tres en la Confederación General de Trabajadores (CGT), continuó la fuente, y precisó que el otro era miembro de un sindicato no confederado.
Según el estudio, 14 de los 17 asesinatos «no ofrecen hasta la fecha mayor claridad sobre la identidad del presunto autor, lo que dificulta la determinación de la verdad, el acceso a la justicia y la reparación integral para las víctimas».
«Los únicos tres casos donde se tienen indicios de quiénes son los presuntos autores, corresponden al Ejército Nacional de Colombia», añadió la ONG, para precisar que se trata de sindicalistas de la federación del sector agropecuario.
La ENS dijo que el pasado marzo se presentó un «abrupto incremento» del 52,9 por ciento en el número de asesinatos cometidos con respecto de enero y febrero, «situación que debe ser pronta y plenamente investigada».
Las víctimas en dicho mes tenían en común, además de su condición de sindicalistas, su participación en la marcha contra los paramilitares y la violencia realizada el 6 de marzo, explicó luego.
La misma fuente resaltó que es deliberada la intención de los victimarios de ocultar los motivos de los crímenes, al presentarlos como delitos comunes «a partir del gradual reemplazo del arma de fuego por arma blanca (cortopunzante), con lo que se ofrece un perfil más doméstico del delito cometido».
La violencia contra el movimiento sindical es tan preocupante como las versiones con las que el Gobierno colombiano trata de explicar los crímenes, la gran mayoría de los cuales atribuye, sin mediar una investigación ni una decisión judicial, a motivos «como problemas personales, hurtos, entre otros», indicó la ENS.
«Por ello esperamos y exigimos del Gobierno seriedad, responsabilidad y respeto por la dignidad de las víctimas», agregó la ONG.
La ENS atribuyó la reciente decisión del Ejecutivo de establecer un programa de recompensas para quienes ofrezcan informes sobre responsables de crímenes a su afán por lograr que el Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado con Estados Unidos fuera discutido y aprobado por el Congreso en Washington.
Las violaciones de los derechos humanos y sindicales son las razones más fuertes por las que la bancada demócrata en el Legislativo estadounidense se ha opuesto a la gestión parlamentaria del TLC, cuyo estudio y votación fueron «congelados» este jueves por la Cámara de Representantes de ese país.
EFE
