La despedida del uniformado, unas de las víctimas de los disturbios motivados por la crisis alimentaria que afecta al país caribeño, tuvo lugar durante un acto celebrado en el hospital argentino de la fuerza de la ONU al norte de Puerto Príncipe.
La Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) despidió este viernes al policía nigeriano Aminu Nagya, asesinado en Puerto Príncipe el pasado sábado durante los disturbios registrados en esa ciudad.
La despedida tuvo lugar durante un acto celebrado en el hospital argentino de la fuerza de la ONU, al norte de la capital, donde sus compañeros rindieron homenaje al miembro de la misión.
El nigeriano, de 36 años, falleció por disparos cuando se dirigía a la oficina oeste de la Policía Nacional de Haití (PNH) junto a otros tres miembros del contingente.
Los hechos ocurrieron en el barrio de Bel Air, cerca del mercado de la Catedral.
El jefe civil de la Minustah, Hedi Annabi, y el ex primer ministro Jacques Edouard Alexis asistieron al acto, en el que el responsable de la misión condenó la muerte de Nagya y prometió que «la investigación continuará hasta que los culpables sean detenidos».
Annabi expresó que la pena provocada por esta muerte no afecta solamente a los nigerianos de la MINUSTAH, sino a toda la fuerza de ONU.
Sin embargo, indicó que ello no reducirá «la determinación» de la misión para cumplir su cometido de asegurar la estabilidad en Haití.
En la ceremonia también participaron el ministro del Interior, Paul Antoine Bien Aimé; el secretario de Estado de Seguridad, Luc Eucher Joseph; el director de la Policía, Mario Andresol, y el director de la Policía Judicial, Frantz Thermilus.
Thermilus declaró a los periodistas que la investigación, que se desarrolla con apoyo internacional y particularmente de los nigerianos, avanza hacia sus objetivos.
«Tenemos elementos firmes», dijo sin entrar en detalles, al tiempo que garantizó que la investigación llegará a resultados, aunque no ofreció una fecha para su conclusión.
EFE
