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Calculan en 30 los beneficiados por el perdón de Raúl Castro

El presidente anunció el lunes la conmutación de la pena capital a presos comunes, de los que no dio detalles, y explicó que es una medida tomada «no por presiones, sino como un acto soberano en consonancia con la conducta humanitaria y ética que caracteriza a la revolución cubana desde sus inicios».


La Comisión Cubana de Derechos Humanos (CCDHRN) calculó este martes que el anuncio del Gobierno que preside Raúl Castro sobre la conmutación de penas capitales a delincuentes comunes beneficiará a unas 30 personas que aguardan en el corredor de la muerte.



Elizardo Sánchez, líder de la CCDHRN (considerada ilegal en Cuba), indicó que «se van a beneficiar como 30» reos que están en «siete prisiones de máxima seguridad», algunos de ellos con más de diez años de espera para su ejecución.



El presidente anunció el lunes la conmutación de la pena capital a presos comunes, de los que no dio detalles, y explicó que es una medida tomada «no por presiones, sino como un acto soberano en consonancia con la conducta humanitaria y ética que caracteriza a la revolución cubana desde sus inicios».



Castro indicó en el VI Pleno del Comité Central del Partido Comunista que las condenas fueron sustituidas por cadenas perpetuas o de 30 años y que la medida da continuidad a la política de no ejecutar a presos seguida desde 2000 e interrumpida solo en 2003, cuando fueron ajusticiados tres secuestradores.



El general indicó que los reos que se beneficiarán «en su mayoría cometieron delitos comunes de máxima gravedad, esencialmente contra la vida».



Sánchez afirmó que «no es la primera vez que se conmutan penas de muerte en Cuba» y recordó que «bajo el actual Gobierno se han condenado a miles y miles de personas, y, según algunos analistas, por lo menos entre 3.000 y 5.000 a la pena máxima, y en algunos casos se han conmutado esas condenas».



El grueso de esas condenas se dictó en las décadas del 60 y el 70, precisó.



Sin embargo, señaló que el anuncio del Gobierno «es significativo», porque «ha habido conmutaciones en los últimos años» pero «nunca» un perdón masivo de este tipo.



Raúl Castro adelantó que el Tribunal Supremo analizará «próximamente» los recursos de otros tres condenados y mencionó a un salvadoreño y a un guatemalteco acusados por actos terroristas con bombas contra hoteles en 1997.



Los salvadoreños Raúl Ernesto Cruz León y Otto René Rodríguez Llerena están condenados a muerte desde 1999 por esos atentados, pero Castro habló solo de un ciudadano de ese país.



La embajada de Guatemala en La Habana confirmó que «no hay ningún guatemalteco sentenciado a muerte».



El tercer caso es el del cubano-americano Humberto Real Suárez, condenado en 1996 por el asesinato, dos años antes, de Arcelio Rodríguez, funcionario del Partido Comunista



Según los datos de la CCDHRN, en los últimos cinco años no se ha documentado ninguna ejecución, aunque Sánchez piensa que «mientras permanezca esa pena en el Código hay peligro de que se ejecute».



Raúl Castro precisó que la decisión «no significa» suprimir la pena capital del código penal.



«En diversas ocasiones hemos discutido sobre el tema y siempre ha prevalecido el criterio de que, en las actuales circunstancias, no podemos desarmarnos frente a un imperio (Estados Unidos) que no cesa de acosarnos y agredirnos», agregó Castro en su reunión de este lunes.



El presidente destacó que el «terrorismo contra Cuba ha gozado de total impunidad en los Estados Unidos» y afirmó que resultaría «ingenuo e irresponsable renunciar al efecto disuasivo que provoca la pena capital en los verdaderos terroristas, mercenarios al servicio del imperio».



EFE

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