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Santa Cruz ultima su referendo autonómico entre llamados a la calma

La crítica situación en Bolivia llevó este viernes a la OEA a celebrar una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, después de que el organismo ha actuado como mediador para intentar, hasta ahora sin éxito, que el Gobierno y sus opositores inicien un proceso de diálogo.


La región boliviana de Santa Cruz ultima los preparativos para su referendo autonómico del 4 de mayo entre llamados a la calma por el temor a brotes violentos y la mirada de la Organización de Estados Americanos (OEA) puesta en la crisis que divide al país.



Unos 935.000 cruceños, según el padrón departamental, están llamados a ratificar el domingo un estatuto autonómico que el Gobierno de Evo Morales considera separatista e ilegal, al igual que la propia consulta.



La oriental y próspera Santa Cruz lidera un movimiento autonomista en Bolivia que secundan otras cinco regiones del país gobernadas por opositores y enfrentadas todas al proyecto de refundación constitucional que impulsa Morales.



La crítica situación en Bolivia llevó este viernes a la OEA a celebrar una reunión extraordinaria de su Consejo Permanente, después de que el organismo ha actuado como mediador para intentar, hasta ahora sin éxito, que el Gobierno y sus opositores inicien un proceso de diálogo.



En dicha sesión, el canciller boliviano, David Choquehuanca, afirmó que «el diálogo no ha tenido éxito» en su país y advirtió sobre posibles episodios violentos durante la celebración del referendo autonómico.



Choquehuanca acusó a las autoridades de Santa Cruz de «negarse al diálogo con el Gobierno» y señaló que la consulta en esa región es «un despropósito anticonstitucional».



Por su parte, los dirigentes de Santa Cruz apelaron a la calma y se mostraron incluso convencidos de que el domingo será un día tranquilo, a menos de 48 horas del referendo y ante el temor sobre posibles enfrentamientos entre autonomistas y oficialistas.



«No vamos a especular sobre la violencia porque jamás vamos a caer en la provocación», dijo el presidente del Comité Cívico, Branko Marinkovic, quien aseguró que ante el anuncio de marchas de las bases de Morales en contra de la consulta los cruceños van a «responder con el voto democrático».



Este líder aprovechó, además, para rechazar las críticas de separatismo y racismo que recibe Santa Cruz, cuyas propuestas son «para todo el país», porque «tiene que haber un reconocimiento de la realidad nacional, de que dos tercios de Bolivia quieren autonomía».



También el presidente del Senado, Óscar Ortiz, opositor y cruceño, en entrevista con Efe, recomendó a los votantes cruceños que eviten enfrentamientos, si los oficialistas les impiden ir a las urnas.



«En lugares como San Julián -localidad cruceña considerada como un bastión del oficialismo-, si no dejan votar, lo más recomendable es pedirle a la gente que no insista», dijo Ortiz, antes de apuntar que «no hay que darle el gusto al Gobierno de que se provoque la violencia».



En las horas previas a la consulta cruceña, una relativa normalidad reinaba en la capital de Santa Cruz, donde hoy se realizaron varias marchas de organizaciones sociales y vecinales afines al presidente, que congregaron a primera hora de la tarde a varios cientos de personas en contra del referendo.



Por su parte, la Corte Electoral Departamental prosiguió su tarea de envío de material y urnas para el referendo del domingo, sin que hasta el momento se hayan producido incidentes, según el presidente de este organismo, Mario Parada.



No obstante, Parada admitió que «el único problema» podría estar en la localidad de San Julián, con mayoría de afines al Gobierno de Morales, aunque aseguró que la Corte Departamental insistirá en la instalación de urnas en todos los recintos electorales.



En tanto, en la ciudad de Cochabamba (centro), el mandatario boliviano acusó a algunos ex altos cargos militares, a los que no citó, de lanzar falsos rumores sobre un posible golpe de Estado, en medio de la inminente celebración del referendo autonómico.



«Se equivocan algunos ex comandantes haciendo correr el rumor de un golpe de Estado», dijo Morales en un acto con las Fuerzas Armadas celebrado en Cochabamba (centro).



«Jamás vamos a usar a las Fuerzas Armadas» de forma partidaria o con intereses personales, subrayó el jefe de Estado, al negar que los militares estén «sometidos» a él o a su Gobierno, como denuncian esos ex comandantes.



EFE

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