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Ex esposa Chávez dice ser víctima de ‘violencia y persecución presidencial’

«Me asiste la razón y el derecho (de acudir a los justicia), pero los tribunales están comprados y viciados por el presidente», dijo Marisabel Rodríguez, quien reveló que Chávez presentó un recurso legal en su contra acusándola de impedirle ver a la hija menor de edad que tienen en común.


Marisabel Rodríguez, la segunda ex esposa del presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció este viernes ser víctima de «violencia, persecución y hostigamiento» por parte de éste.



«En cualquier momento puedo ser atacada por cualquiera de esas hordas que él tiene en la calle; me declaro víctima de violencia, hostigamiento y persecución por parte del presidente», dijo la ex locutora de 41 años a la emisora privada Radio Caracas Televisión.



Añadió que Chávez la está «intimidando», cuando públicamente asegura que no lo deja ver a la hija de ambos.



«¿A quiénes creen ustedes que está dirigido ese mensaje? ¡A sus seguidores, para que tomen una conducta impropia hacia mi persona!», añadió y sostuvo que Chávez también pretende inhabilitarla políticamente.



Así se desprende, agregó, de «toda una conducta abusiva y especialmente comportamientos, palabras, actos, gestos, escritos, mensajes electrónicos, dirigidos a perseguirme», porque «trata de inhabilitarme moralmente para el ejercicio de cualquier actividad económica o política o de mi desarrollo integral como persona».



«Me asiste la razón y el derecho (de acudir a los justicia), pero los tribunales están comprados y viciados por el presidente», dijo y reveló que Chávez presentó un recurso legal en su contra acusándola de impedirle ver a la hija menor de edad que tienen en común.



En el escrito, detalló, se asegura que mantiene una actitud que «daña, perjudica y lesiona el desarrollo integral de la niña», y exhortó a su ex marido a llevar el tema «de manera cordial».



La cosas mejorarán «si devuelve la relación al campo de la amistad, al campo del respeto, del reconocimiento de los valores que la otra persona tiene», porque la ve, sostuvo, «como un monstruo raro solo porque estoy políticamente adversándolo».



Esa adversidad se debe, agregó, a que «el pueblo está pasando hambre» y «yo le diría a él que amor con hambre no dura», por lo que si sigue así «se acabará el amor y lo van a mandar lejos».



El 21 de febrero pasado, Gerson Pérez, dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que lidera Chávez, denunció un plan para atentar contra la vida de la mujer.



Pérez entregó ese día a la Fiscalía videos y otras supuestas pruebas del plan, del que culpó al diputado «ex chavista» Ismael García, a una ex pareja de éste, a cinco sicarios y a dos estadounidenses, aunque no identificó a ninguno de ellos.



La finalidad, agregó, es crear «un clima de tensión, una conmoción nacional, vincular al presidente Chávez en el atentado y generar una matriz de opinión» antigubernamental de cara a las elecciones regionales y municipales de noviembre próximo.



García, del partido Podemos que recientemente abandonó las filas gubernamentales, pidió ese mismo día protección policial para la mujer y explicó que le ha advertido que por sus críticas podría ser víctima de un atentado, pero no urdido por él.



En vísperas del referendo que propuso y perdió Chávez el pasado 2 de diciembre para reformar la Constitución, la ex primera dama llamó a los electores a dar «un rotundo no».



Tres días después de su derrota, Chávez hizo una última alusión a su ex esposa y anunció que iba a «recurrir al derecho» en defensa de la hija de ambos.



«Son los dolores que uno lleva; colocan de nuevo a mi niña Rosinés en el centro de un huracán» político, dijo al comentar que la menor fue llevada por su madre a un centro de votación, donde fueron abucheadas por electores partidarios del Gobierno.



EFE

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