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Correa ofrece a Sarkozy apoyo para lograr liberación de rehenes

«Es una tremenda mentira» que albergáramos a las FARC voluntariamente, insistió el jefe de Estado ecuatoriano: «tener que aguantar esa campaña mediática de desprestigio es inaguantable. Solamente con la verdad podemos reiniciar relaciones», sentenció.


El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ofreció este martes a su colega francés Nicolás Sarkozy su «total e incondicional» apoyo para obtener la liberación de los rehenes de las FARC, entre ellos la colombo francesa Ingrid Betancourt.



Tras un encuentro de media hora con Sarkozy en el palacio presidencial de El Elíseo, Correa, que llegó este martes a París en visita oficial, dijo a los periodistas que «si se necesita el territorio del Ecuador para la liberación de rehenes, ahí estaremos».



Tras pedir a la guerrilla colombiana (FARC) que libere a todos los rehenes «inmediata e incondicionalmente», Correa añadió que «nada justifica esas prácticas», en alusión a los secuestros.



Precisó que el mensaje que había trasladado a Sarkozy era «que cuenten con nosotros» para poner en libertad a los rehenes.



Sarkozy agradeció a Correa sus «esfuerzos humanitarios y su voluntad constante» de trabajar por la liberación de los rehenes, según informó el Elíseo en un comunicado.



Según fuentes diplomáticas francesas, Correa y su colega venezolano, Hugo Chávez, siguen siendo las mejores bazas para tratar de obtener esa liberación y se confía en que puedan reanudar los contactos con la guerrilla.



También Sarkozy se declaró dispuesto, «a título bilateral y en el marco de la Unión Europea», a dar su apoyo al «Plan Ecuador», «destinado a corregir, por medio del desarrollo económico y social, el impacto negativo (derivado) de la situación en Colombia en la región fronteriza» entre los dos países.



El jefe del Estado francés abogó por «la apaciguación y el diálogo» y recordó que «cada estado tiene derecho al respeto de su seguridad, pero también de su soberanía», según informó el Elíseo.



Con ello aludía al ataque militar colombiano contra un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano el pasado 1 de marzo, en el que murió el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes.



El ataque desató una grave crisis entre Colombia y sus dos vecinos, Ecuador y Venezuela. La muerte de Reyes rompió los contactos con las FARC para la liberación de los cautivos.



Las autoridades ecuatorianas han dicho que, antes del ataque, esperaban en marzo la liberación de un grupo de rehenes de las FARC, entre ellos la colombo-francesa Betancourt, cuya puesta en libertad es una prioridad declarada de Sarkozy.



«No excluimos la posibilidad de que el bombardeo haya sido deliberado para impedir cualquier posibilidad de liberación de estos rehenes. El conflicto colombiano conviene a muchos», afirmó Correa, para quien Reyes era «el comandante de las FARC más proclive a una solución política del conflicto y a la liberación de los rehenes».



Quito sigue sin restablecer las relaciones diplomáticas con Bogotá. Preguntado sobre qué condiciones se necesitan para reanudarlas, Correa respondió: «que cesen las agresiones verbales de Colombia (…) ya nos agredieron con bombas».



«Para justificar el bombardeo descubren supuestas computadoras con supuestos documentos que demuestran supuestos lazos con las FARC. El presidente (colombiano Álvaro) Uribe sabe que eso es mentira», afirmó, en alusión a los documentos que, según Bogotá, contenía el ordenador de Raúl Reyes.



Interpol, que ha analizado la computadora a petición de Colombia, divulgará su informe el próximo jueves.



«Es una tremenda mentira» que albergáramos a las FARC voluntariamente, insistió el jefe de Estado ecuatoriano: «tener que aguantar esa campaña mediática de desprestigio es inaguantable. Solamente con la verdad podemos reiniciar relaciones», sentenció.



Correa argumentó que, después del bombardeo, Uribe «quedó acorralado» por los países de la región y por eso, ahora, «trata de inculparnos a nosotros».



«Pero tarde o temprano la verdad llega» y «cada vez más el Gobierno colombiano pierde credibilidad, al menos al nivel de América Latina», añadió.



El mandatario ecuatoriano explicó que aclarar esa situación era uno de los objetivos de su gira a Europa, que le ha llevado ya a Madrid y Bruselas y que mañana finalizará, tras reunirse con allegados de Betancourt en París y hacer balance en rueda de prensa.



El Elíseo dijo que esta primera visita «oficial» de un presidente de Ecuador a Francia desde 1991 muestra «la voluntad común» de ambos de «relanzar el diálogo político y desarrollar las relaciones bilaterales» entre los dos países.



EFE

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