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Latinoamérica debatirá sobre la vuelta de la IV Flota de EE.UU. al mar

La discusión tendrá lugar semanas después del anuncio de la Marina de Estados Unidos de que, a partir del 1 de julio próximo y con base en Mayport (Florida), la IV Flota Naval de la mayor potencia militar del mundo volverá a navegar por los mares de la región.


Brasil planteará la creación de un Consejo Sudamericano de Defensa en la cumbre que el viernes sellará la constitución de la UNASUR, en momentos en que Estados Unidos decide restablecer una poderosa flota militar en los mares de América Latina.



El ministro brasileño de Defensa, Nelson Jobim, que en las últimas semanas visitó todos los países de la región para exponer la propuesta de integración militar, ya anticipó que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva someterá la propuesta a los demás jefes de Estado de la Unasur (Unión de Naciones Sudamericanas).



El Consejo Sudamericano de Defensa, según lo concibe Brasil, no supone una alianza militar convencional, como la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino un foro para promover el diálogo entre los ministerios de Defensa de la región.



Sus principios, según la propuesta brasileña, serían la no intervención y el respeto a la soberanía de cada país, a la autodeterminación de los pueblos y a la integridad territorial.



La discusión tendrá lugar semanas después del anuncio de la Marina de Estados Unidos de que, a partir del 1 de julio próximo y con base en Mayport (Florida), la IV Flota Naval de la mayor potencia militar del mundo volverá a navegar por los mares de la región.



La IV Flota



Dicha flota nació en 1943, durante Segunda Guerra Mundial, para reforzar la defensa del continente contra ataques de aviones y submarinos alemanes y japoneses, pero fue disuelta cinco años después de terminado el conflicto.



Jobim descarta que exista vinculación entre el anuncio de EE.UU., criticado por Venezuela y Bolivia, y la propuesta para aliar militarmente a los países suramericanos.



El ministro brasileño ya discutió sobre los dos asuntos tanto con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, como con el consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Stephen Hadley, con quienes se reunió en las últimas semanas en Brasil y en Washington.



Según Jobim, ambos le garantizaron que el relanzamiento de la IV Flota no puede ser interpretado como una «provocación» de Estados Unidos hacia América Latina y el Caribe o hacia algún país en especial con el que Washington tenga divergencias.



Conversaciones



En cuanto a la receptividad de la idea, Jobim dijo que ha recibido respuestas entusiastas de países como Venezuela, Ecuador y Chile, especialmente de los presidentes Hugo Chávez y Michele Bachelet, pero también dudas de otros.



Indicó que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, aunque fue «muy cauteloso», «no rechazó la propuesta» y prometió «estudiarla detenidamente», y agregó que el país andino tiene que tener en cuenta de que podría quedar aislado.



EFE

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