«Tenemos una ciudad en donde además hay un importante fuerte militar (Fort Bliss), lo que hace que la vida de los fronterizos sea un reto y estamos colaborando con las autoridades de México para ayudarles a enfrentarlo», finalizó.
El director del FBI, Robert Mueller, afirmó este jueves que el gobierno de Estados Unidos está preocupado por la ola de violencia registrada en México, pero descartó la posibilidad de que se contagie a este lado de la frontera.
Mueller ofreció una rueda de presa en la ciudad texana de El Paso, en la que habló de la colaboración de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) con las fuerzas de seguridad mexicanas para hacer frente a la ola de violencia que se vive en ciudades del otro lado de la frontera como Juárez o Puerto Palomas.
Aunque no quiso detallar la ayuda que la agencia otorga a las fuerzas policíacas mexicanas, sí dijo que proporcionan inteligencia, y entrenamiento.
El funcionario dijo que la vida de los ciudadanos que viven en la frontera tiene un reto específico que es cruzar a México, bien por trabajo o lazos familiares, en una época en la que comandos armados disparan por las calles y se cobran la vida de inocentes.
«Tenemos una ciudad en donde además hay un importante fuerte militar (Fort Bliss), lo que hace que la vida de los fronterizos sea un reto y estamos colaborando con las autoridades de México para ayudarles a enfrentarlo», finalizó.
Según un informe que publicó este jueves el diario mexicano La Jornada, desde el comienzo del mandato presidencial del conservador Felipe Calderón, en diciembre de 2006, se han producido en México 4.044 muertes atribuidas al crimen organizado.
Sólo en lo que va de año se contabilizaron ya 1.250 muertes.
Mueller agregó que los agentes del FBI en El Paso también tienen entre sus prioridades combatir las pandillas de la zona, como El Barrio Azteca, que se ha aliado con organizaciones de narcotráfico y cuyos miembros actúan a ambos lados de la frontera.
Indicó que gracias a la labor del FBI, varios miembros de esta banda criminal han sido apresados.
Mueller expuso que el FBI sostiene una lucha frontal contra el terrorismo desde hace seis años y medio, y que esta lucha incluye el evitar que los terroristas ingresen por los cruces internacionales con México y Canadá.
Añadió que los resultados de la lucha antiterrorista han hecho que ahora la agencia tenga como prioridad el eliminar la corrupción entre sus filas.
«Hemos sido exitosos en esa lucha, y no relajaremos los esfuerzos por seguir aplicando la acción de la justicia en contra de aquellos funcionarios o elementos policiacos que hagan mal uso de la confianza que se les otorga para servir a la comunidad en la que viven», manifestó.
Detalló que en los últimos dos años se han enjuiciado 1.800 empleados federales y locales involucrados en actividades de corrupción.
En 2008 han sido abatidos más de 45 funcionarios públicos, entre militares, agentes federales y policías municipales y estatales, principalmente en los territorios de Baja California, Sinaloa y Chihuahua (norte), y Durango (centro).
Sólo este mes fueron asesinados en la capital mexicana tres altos mandos federales de la lucha contra el ‘narco’. Otros tres más han caído en diferentes puntos de la república en las últimas semanas.
Mayo podría convertirse en el mes más violento de los últimos años, ya que a 9 días para su fin se cuentan ya más de 180 muertes, lo que le llevaría a superar el promedio mensual de muertos, de entre 200 y 220.
La semana pasada se superaron los 15 asesinatos diarios en algunos estados, especialmente del norte del país.
Los estados con mayor violencia son los norteños de Baja California, Chihuahua y Sinaloa, los céntricos Estado de México y Durango, y los sureños Michoacán y Guerrero.
El caso de Guerrero, que albergó uno de los primeros operativos de seguridad federal contra el crimen organizado a principios de 2007, ha empeorado, según La Jornada, ya que se han incrementado los asesinatos de los cárteles de la droga.
Miles de efectivos militares y de la policía federal han sido enviados a varios estados para frenar la actividad del narcotráfico y depurar las policías estatales de colaboradores de los cárteles.
Las autoridades federales señalaron que el aumento de la violencia se debe «a un reacomodo de las organizaciones criminales» ante la acción gubernamental contra sus actividades y a la guerra por el control de las plazas.
El norte mexicano ha visto aumentada la crudeza de este combate en las últimas semanas por el pleito entre los hermanos Beltrán Leyva y sus hasta ahora aliados del cártel de Sinaloa, uno de los principales del país.
Las mismas fuentes citadas por Jornada atribuyen la conducción de esta organización criminal a Ismael «El Mayo» Zambada, por delante de quien se consideraba su capo hasta hace unas semanas, Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Analistas apuntaron esta semana que los Beltran Leyva se habrían unido con «Los Zetas», brazo armado del cártel del Golfo, ante la sospecha de que «El Chapo» habría colaborado con la detención en enero de Alfredo Beltrán Leyva.
Eso explicaría también el asesinato en un reciente ataque de uno de los hijos de «El Chapo» en Culiacán, capital de Sinaloa, estado considerado la cuna del narcotráfico mexicano.
Entre los golpes asestados al narcotráfico por el gobierno en 2007 destacan las 50,3 toneladas de cocaína incautadas en varias operaciones, el decomiso de 205 millones de dólares en efectivo y la detención de Sandra Ávila Beltrán, «La Reina del Pacífico», operadora financiera de los cárteles de Sinaloa y Juárez.
EFE
