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Clinton enfrenta polémica por aludir al asesinato de Robert Kennedy

La ex primera dama hizo alusión al asesinato de Robert Kennedy para ejemplificar que el proceso de selección de un candidato se ha prolongado hasta el verano. Sin embargo, otros piensan que se refería a la posibilidad de la muerte del contrincante para así poder llegar a la Casa Blanca.


La aspirante demócrata a la presidencia Hillary Clinton enfrenta este sábado una fuerte polémica después de aludir al asesinato de Robert F. Kennedy para justificar su decisión de continuar su campaña, pese a la ventaja de su rival Barack Obama.



Tanto Clinton como Obama participan en una serie de mítines en Puerto Rico, cuyas elecciones, el próximo día 3, cerrarán la etapa de primarias en la carrera por la Casa Blanca.



La senadora demócrata, que tiene casi 200 delegados menos que su contrincante y cuyas posibilidades de lograr la candidatura de su partido se consideran muy reducidas, se ha visto rodeada por la polémica acerca de sus declaraciones sobre Robert Kennedy.



El viernes, en una entrevista con un periódico de Dakota del Sur retransmitida por Internet, los periodistas preguntaron a Clinton sobre sus razones para continuar en la campaña, pese a sus escasas posibilidades de lograr la nominación.



«Mi marido no logró la candidatura demócrata en 1992 hasta que ganó las primarias de California a mediados de junio, ¿verdad? Todos recordamos que Bobby Kennedy fue asesinado en junio en California» en 1968, respondió Clinton.



Con estas declaraciones, la ex primera dama quería dar una serie de ejemplos para ilustrar que en el pasado el proceso de selección de un candidato se ha extendido hasta el verano, por lo que el caso de este año no es algo insólito.



Pero las palabras de la senadora tuvieron una fuerte repercusión. Obama, que aspira a ser el primer presidente negro del país, goza de la protección del Servicio Secreto desde el año pasado, después de que lo pidiera el Partido Demócrata tras recibir una serie de amenazas por Internet.



Al principio de la época de primarias, votantes de raza negra en el sur del país aludieron al miedo de que el senador por Illinois fuera asesinado para no darle su apoyo en las urnas.



El país tiene también muy presente no sólo el asesinato de Kennedy cuando buscaba la candidatura de su partido para la Casa Blanca, sino el del líder negro Martin Luther King en 1968.



La campaña de Obama respondió rápidamente a las declaraciones de Clinton y aseguró que esas palabras fueron «desafortunadas y carentes de lugar en esta campaña».



La ex primera dama emitió rápidamente un comunicado, en el que pedía disculpas si su «alusión a ese momento traumático para todo el país, y en particular para la familia Kennedy, ha sido ofensiva de alguna manera. No tenía ninguna intención de eso en absoluto», dijo.



Pese a ello, sus palabras se han visto rodeadas de una nube de críticas. Periódicos más sensacionalistas, como The New York Post, publicaron en su portada una foto de la aspirante demócrata y el titular «¡¿Ella dijo qué?!».



En el periódico Daily News, también de Nueva York, el comentarista Michael Goodwin afirma que han «visto la radiografía de un alma muy oscura. Una consumida por la cruda ambición, donde el posible asesinato de un rival es algo a musitar de manera estratégica. Si no es así, ¿por qué se le ocurre pensar en el asesinato?».



Incluso diarios más «serios», como The Washington Post, publican comentarios que señalan que «candidatos inteligentes no invocan la posibilidad de que su rival sea asesinado. Parece algo tan obvio que no hace falta ni decirlo, pero aparentemente hace falta decirlo».



Otros analistas han apuntado que esas declaraciones alejan la posibilidad de que, en caso de que se convierta en el candidato demócrata, Obama ofrezca la vicepresidencia a Clinton, una de las opciones que se habían barajado hasta ahora.



En sus mítines en Puerto Rico, el senador afroamericano no hizo alusión a las palabras de Clinton.



Sin embargo, en declaraciones a una emisora de la isla, sí indicó que no pensaba que la ex primera dama hubiera tenido mala intención.



«He aprendido que cuando se lleva de campaña tantos meses como la senadora Clinton y yo, a veces uno se descuida en las declaraciones que hace y creo que eso es lo que le pasó», comentó.



De acuerdo con la página «RealClearPolitics.com», el senador por Illinois cuenta con 1.965 delegados frente a los 1.779 de Clinton, de los 2.026 necesarios para hacerse con la candidatura demócrata.



EFE

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