Miles de personas en varias ciudades se lanzaron a las calles atemorizadas por el temblor que se sintió en buena parte del país, y que fue seguido por varias réplicas menores.
Tres personas murieron y ocho más resultaron heridas, al ser alcanzados varios vehículos por deslizamientos de tierra en la carretera entre Bogotá y Villavicencio, centro de Colombia, por un sismo de 5,5 grados en la escala abierta de Richter, informaron las autoridades.
Asimismo, unas quince casas y una iglesia, al menos, resultaron afectadas, y algunas carreteras fueron cerradas al tránsito por una gran cantidad de derrumbes.
El deslizamiento que cubrió varios vehículos se produjo en el sector de Puente Quetame, a unos 35 kilómetros al este de Bogotá.
Fuentes de la Oficina de Atención y Prevención de Desastres, del Ministerio del Interior y de Justicia, señalaron que los daños se registraron en zonas pobladas vecinas al epicentro del fenómeno.
El movimiento telúrico se registró a las 14.21 hora local (19.21 GMT) y tuvo su epicentro en El Calvario, localidad central del departamento del Meta a 3,9 kilómetros de profundidad, según la Red Sismológica Nacional de Colombia (RSNC).
Autoridades locales de los municipios de Chipaque y de El Calvario así como de Villavicencio, capital del Meta, informaron de derrumbes en algunos tramos de esa carretera que une a Bogotá y esa ciudad.
También se registraron algunos problemas por desprendimiento de tierra sobre vías que conducen a la localidad de El Calvario, el epicentro del sismo y de algunos postes de conducción de electricidad.
En la localidad de Quetame se derrumbó una parte de la iglesia local y algunas casas, y en Ubaque, municipio vecino, en el departamento de Cundinamarca, vecino al Meta, otras cuatro.
Las autoridades anunciaron que volarán zonas próximas a El Calvario para precisar los daños causados.
El alcalde de ese municipio, Jairo Moreno, reveló a emisoras de radio que en su localidad no se registraron víctimas, pero que sus habitantes están «muy temerosos», no quieren regresar a sus casas y piden carpas para dormir esta noche.
Moreno dijo que siente preocupación por lo que haya podido pasar en el pequeño poblado de San Francisco, vecino a su localidad y con el que no se ha podido comunicar.
EFE
