«Estamos analizando invitar a todos a que se paren durante algunas horas las actividades el lunes», dijo el dirigente Eduardo Buzzi a la televisión local luego de recorrer concentraciones de productores del campo en distintas carreteras del centro de Argentina.
Una de las entidades agropecuarias en conflicto con el Gobierno argentino aseguró este miércoles que analiza la posibilidad de convocar para el próximo lunes a una huelga general «de algunas horas» de duración.
Así lo manifestó Eduardo Buzzi, presidente de la Federación Agraria, que junto a las otras tres mayores asociaciones rurales del país reanudó hoy la huelga comercial y las protestas contra el aumento de la presión del Fisco y las regulaciones oficiales.
«Estamos analizando invitar a todos a que se paren durante algunas horas las actividades el lunes», dijo el dirigente a la televisión local luego de recorrer concentraciones de productores del campo en distintas carreteras del centro de Argentina.
El conflicto, que lleva 79 días sin vías de solución, se agudizó luego de que el Gobierno cortó esta semana el diálogo con las patronales agropecuarias tras una serie de negociaciones en las que no se lograron avances.
El Ejecutivo mantiene silencio ante la reanudación de la medida de fuerza convocada hasta el martes próximo y movilizó a la Gendarmería para impedir que piquetes de huelguistas corten el tránsito de camiones en las rutas.
Las asociaciones agropecuarias, que reúnen a unos 290.000 productores de todo tipo, han pedido a sus afiliados que no corten carreteras, pero muchos huelguistas que se declaran «independientes» han avisado que bloquearán el paso de camiones con granos y de transporte internacional.
«Somos optimistas en el crecimiento pese a las dificultades, que las hay y las va a haber», dijo la presidenta argentina, Cristina Fernández, durante un acto público en el que no hizo alusión al conflicto con el campo.
Por su parte, el antecesor y esposo de Fernández, Néstor Kirchner, se reunió con dirigentes de organizaciones sociales afines al Gobierno en su condición de líder del Partido Justicialista (peronista), que este martes calificó a la protesta agropecuaria como «un ataque antidemocrático con ánimo destituyente».
Sin embargo, el gobernador de la provincia de Córdoba, el peronista Juan Schiaretti, admitió que en la fuerza gobernante hay «diferencias» y el dirigente José De la Sota acusó a la conducción del partido de tener «componentes estalinistas».
Dirigentes del campo han asegurado que las protestas no afectarán el abastecimiento de alimentos, como ocurrió con la huelga y bloqueos de carreteras que el sector llevó a cabo en marzo pasado, cuando estalló el conflicto.
EFE