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SIP condena secuestro y tortura de periodistas brasileños por ‘milicias’

Una periodista, un fotógrafo y un chófer del citado diario preparaban un reportaje sobre la actuación de milicias o bandas para-policiales que controlan algunas favelas de Río de Janeiro cuando fueron secuestrados y torturados en una barriada de esta ciudad.


La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó este lunes el secuestro y las torturas sufridas por tres miembros de un equipo periodístico del diario brasileño O Día que investigaba la presencia de grupos para-policiales en una zona de Río de Janeiro.



Una periodista, un fotógrafo y un chófer del citado diario preparaban un reportaje sobre la actuación de milicias o bandas para-policiales que controlan algunas favelas de Río de Janeiro cuando fueron secuestrados y torturados en una barriada de esta ciudad.



La agresión contra los periodistas recuerda, señaló la SIP en un comunicado, el caso del también reportero Tim Lopes, de TV Globo, asesinado en el 2002 y cuyo sexto aniversario se conmemora este lunes.



Los tres miembros del equipo periodístico fueron secuestrados el pasado 14 de mayo y liberados tras ser torturados y retenidos durante ocho horas por uno de estos grupos.



El hecho ocurrió en la favela de Batan, donde los periodistas llevaban 15 días investigando el poder de las llamadas «milicias».



«La SIP condena este brutal atentado con el que se pretende intimidar a todos los periodistas brasileños para que no sigan investigando o denunciando al crimen organizado», dijo el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Gonzalo Marroquín.



Añadió que la única forma de preservar la libertad de prensa y el trabajo periodístico «es que las autoridades reaccionen con todo el peso de la ley y se castigue a los responsables de este crimen».



Según un suplemento especial que comenzó a publicarse el domingo por el diario, los periodistas se hallaban en la citada favela cuando fueron asaltados, secuestrados y encerrados por hombres armados y con el rostro cubierto.



Durante el interrogatorio, según relataron los periodistas, fueron golpeados, torturados con una picana eléctrica, cubiertas sus cabezas con bolsas plásticas y sometidos al juego de la ruleta rusa. Los tres fueron liberados posteriormente, pero advertidos de que no debían revelar la identidad de sus captores.



O Día explicó que la decisión de esperar varias semanas antes de publicar la información «fue tomada para no afectar las investigaciones policiales y, principalmente, garantizar la seguridad de las personas».



La serie de reportajes detalla cómo las milicias, presuntamente creadas en las barriadas para contrarrestar el tráfico de drogas y del crimen organizado, han pasado a controlar más de 78 comunidades donde imponen sus leyes y someten a los pobladores a sus reglas.



El director de redacción de O Día, Alexandre Freeland, divulgó una nota en la que aclara que «los tres profesionales están a salvo, en buen estado de salud y en un lugar seguro».



EFE

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