El director de INPE, Gilberto Cámara, dijo que hasta ahora Brasil ha desforestado el 17 por ciento de la cobertura original de la selva amazónica, lo que suma 700.000 kilómetros cuadrados. Cada 10 segundos es destruida un área equivalente a un campo de fútbol -más o menos una hectárea-, explicó.
El ministro del Medio Ambiente de Brasil, Carlo Minc, lamentó este lunes la destrucción de 1.123 kilómetros cuadrados de selva amazónica en abril pasado y atribuyó el aumento de la desforestación al avance de la ganadería y las siembras de soja.
«El dato es preocupante. Pero no vamos a pelear con los termómetros y llorar la savia derramaba. Vamos a actuar. Algunas acciones todavía no generan frutos y otras serán adoptadas ahora», dijo Minc en una rueda de prensa en Brasilia.
Datos oficiales del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) revelaron este lunes que solamente en abril pasado fueron devastados esos 1.123 kilómetros cuadrados, la mayor parte en los estados de Mato Grosso y de Roraima.
Entre agosto de 2007 y abril pasado fueron devastados 8.850 kilómetros cuadrados de selva amazónica, casi el doble de los 4.974 kilómetros cuadrados reportados entre 2006 y 2007, según los datos del INPE, una dependencia del ministerio de Ciencia y Tecnología.
El director de INPE, Gilberto Cámara, dijo que hasta ahora Brasil ha desforestado el 17 por ciento de la cobertura original de la selva amazónica, lo que suma 700.000 kilómetros cuadrados.
Cada 10 segundos es destruida un área equivalente a un campo de fútbol -más o menos una hectárea-, explicó.
Pero los datos hasta abril son parciales, porque están basados en imágenes de satélites que sólo miden cortes rasos o daños progresivos en áreas de más de 25 hectáreas que no estén cubiertas por las nubes, según el propio INPE.
«Los precios de la soja y de la carne están disparados. Hay un estímulo para que nuevas áreas sean ocupadas por la soja, que empuja el ganado para adelante», afirmó Minc.
«El avance del ganado es responsable por el 70 a 80 por ciento de la deforestación en la Amazonía», agregó, citado por la estatal Agencia Brasil de noticias.
Según el ministro -un ecologista quien lleva apenas una semana en el cargo- está comprobada históricamente la relación entre los altos precios de la soja y la carne y la expansión de la frontera agrícola hacia la Amazonía.
Minc propuso que sea incautado el ganado criado en haciendas donde sea detectada deforestación ilegal y prometió nuevas acciones de fiscalización junto con fuerzas policiales.
«Los peores meses de deforestación son tradicionalmente junio, julio, agosto y septiembre, cuando hay estío y avance en la preparación de terrenos. Lo peor está por venir y ahora es que será nuestra prueba», admitió.
Los datos reales ya podrían ser peores de lo registrado hasta ahora, dijo.
Según el INPE, en Mato Grosso tan sólo en abril se identificó un área de 978 kilómetros cuadrados de bosque talado o degradado, frente a los 145 kilómetros cuadrados que se habían detectado hasta marzo.
La gran diferencia entre ambos meses está justificada, porque el sistema de medición por satélite depende de la meteorología y la región amazónica, que se extiende por 2,75 millones de kilómetros cuadrados del norte de Brasil, estaba prácticamente cubierta por nubes cuando se realizaron las mediciones de marzo.
Las nubes evitaron la visión del satélite en un 78 por ciento del territorio amazónico en marzo, mientras que en abril solo cubrieron un 53 por ciento de la región.
EFE
