Entre 400 y 2.000 manifestantes murieron en 1989 durante las protestas pacíficas que exigían el fin de la corrupción y más libertades en China. Por El País.com
Estados Unidos exigió esta madrugada a China que haga un balance completo acerca de la masacre de la plaza de Tiananmen y libere a todos los presos políticos detenidos a raíz de aquel suceso, ha informado Sean McCormack, portavoz del departamento de Estado.
«El Gobierno chino ha tenido tiempo más que suficiente para realizar un balance completo de los miles de muertos, detenidos o desaparecidos en la masacre que siguió a las manifestaciones», ha declarado McCormack en la víspera del 19 aniversario del suceso que China denominó el «incidente del 4 de junio».
Asimismo, el portavoz ha añadido que Estados Unidos se une «a los demás países de la comunidad internacional que exigen a China la liberación de todos aquellos que aún sufren represalias por su participación en aquellas manifestaciones». Según los datos hechos públicos durante este comunicado de EE UU, entre 50 y 200 personas implicadas en las movilizaciones de hace 19 años continúan entre rejas.
Diversas organizaciones de derechos humanos se han sumado a esta petición de liberación, sin embargo la respuesta de Pekín ha sido clara y ha insitido en que no revisará el veredicto. Según cifras del Centro de Información para Derechos Humanos y la Democracia, con sede en Hong Kong, tras la matanza unas 20.000 personas fueron detenidas en todo el país, de las que 15.000 fueron acusadas de contrarrevolucionarias y 70 ejecutadas, informa José Reinoso desde Pekín.
El 4 de junio 1989, entre 400 y 2.000 manifestantes – el Gobierno chino nunca ha ofrecido una cifra oficial – murieron en Pekín cuando el Ejército Popular de Liberación reprimió la movilización liderada por estudiantes en la plaza de Tiananmen. Las protestas, que duraron dos meses y tenían un carácter pacífico, exigían más libertades y el fin de la corrupción en China.
