El Código Civil francés permite declarar inválida una boda en caso de error sobre «las cualidades esenciales de la persona».
La jueza que anuló un matrimonio entre dos musulmanes porque la novia había mentido al hombre sobre su virginidad recibió amenazas, explicó este domingo la ministra francesa de Justicia, Rachida Dati.
La magistrada «ha recibido amenazas», y en concreto «cartas de amenazas», declaró en una entrevista al canal de televisión «Canal Plus» Dati, quien lamentó que la polémica en este caso haya generado una reacción en escalada.
La jueza de Gran Instancia de Lille (norte) presentó una denuncia y la Fiscalía puso en marcha una investigación.
Su dictamen, que databa del pasado 1 de abril, se dio a conocer a finales de mayo y suscitó fuertes reacciones sociales y políticas por haber anulado el matrimonio «por un error en las cualidades esenciales» de la novia, dado que ésta había mentido sobre su virginidad.
El hombre, un ingeniero francés convertido al Islám, pidió a la corte que anulara su boda, celebrada en julio de 2006, con una estudiante también francesa y de confesión musulmana.
En la noche de bodas el novio descubrió que su mujer no era virgen, en contra de lo que le habían dicho. Al día siguiente acudió a casa de su abogado para pedir la anulación del matrimonio, y finalmente la mujer también se convenció de la invalidación del enlace.
Dati, que había causado sorpresa al ser la única voz política que defendió el dictamen judicial, no obstante, encargó a la Fiscalía la presentación de un recurso para anularlo, algo que se hizo el pasado día 3.
La ministra, que dijo no haber cambiado de opinión, justificó ese recurso para que los abogados puedan desarrollar sus conclusiones y sus demandas, y añadió que en apelación serán tres los jueces los que dictarán una sentencia que estará así más argumentada.
Insistió en que la decisión había tenido como objetivo «proteger» a la mujer y que «cualquier decisión judicial es una decisión protectora».
Sobre el fondo del asunto, la titular de Justicia precisó que «no es la no virginidad la que implicó la anulación del matrimonio. Es que hubo una mentira», y el Código Civil permite declarar inválida una boda en caso de error sobre «las cualidades esenciales de la persona».
La abogada de la mujer, que ha señalado que su clienta se siente abrumada por la repercusión pública que ha tenido su caso, ha subrayado que la anulación del matrimonio no fue un acto de sumisión a la voluntad del hombre, sino de liberación.
EFE
