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La explosión de un artefacto causa daños en rotativa de un diario vasco

El diario vasco atribuye a la banda terrorista ETA este atentado, que se produjo poco después de las 3 de la madrugada en el pabellón en el que está instalada la rotativa del periódico.


La bomba que explotó esta madrugada en las instalaciones del diario El Correo en la localidad vasca de Zamudio ocasionando graves daños materiales pero ningún herido, contenía 5 kilos de un explosivo aún por determinar.



Según informaron a Efe fuentes de la lucha antiterrorista, no ha habido heridos pese a que la explosión no fue anunciada con anterioridad y a que en el momento del estallido cerca de cincuenta trabajadores se encontraban en el local terminando la edición del domingo.



El diario vasco atribuye a la banda terrorista ETA este atentado, que se produjo poco después de las 3 de la madrugada en el pabellón en el que está instalada la rotativa de este periódico en el polígono Torre Larragoiti, en Zamudio, localidad de la provincia vasca de Vizcaya.



Al lugar se desplazaron inmediatamente unidades de la policía regional vasca (Ertzaintza), que establecieron un cordón de seguridad alrededor de las instalaciones afectadas, dotaciones de los bomberos y personal del ayuntamiento de Zamudio.



El estallido, en la parte trasera del pabellón de El Correo, afectó también al local colindante, de una empresa de material deportivo.



El Correo forma parte del grupo de comunicación Vocento, cuyos periódicos vascos han sido víctimas anteriormente de otros atentados y ataques de violencia callejera, el más grave de ellos en mayo de 2001, cuando ETA asesinó en San Sebastián al director financiero de El Diario Vasco, Santiago Oleaga.



El editorial que publica este domingo este periódico en su edición digital afirma que la bomba que estalló en las instalaciones de su rotativa «no pondrá mordaza» a su voz, ya que habla «por la boca de cientos de miles de vascos que lo único que anhelan es el fin de ETA».



En el texto, titulado «No nos silenciarán», se destaca que «la verdad es el principal enemigo de una banda que sólo sabe de violencia y de muerte, y que ha hecho de la destrucción su único y estéril discurso».



En la misma línea, el delegado del Gobierno en el País Vasco, Mikel Cabieces, ha condenó el atentado y consideró una «aberración sin límites pretender silenciar con bombas la libre expresión de la palabra, de las ideas».



También se sumó a las reacciones de condena la patronal de Vizcaya (CEBEK) que, a través de un portavoz, exigió a ETA que «desaparezca de nuestras vidas para siempre».



EFE

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