Publicidad

Economía brasileña crece a ritmo más lento y bajo amenaza de inflación

Si se compara con el resultado del último trimestre de 2007, el crecimiento fue de apenas 0,7 por ciento. Es una cifra magra, favorecida por la aceleración del último trimestre de 2007, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió el 1,6%, para coronar una crecimiento anual de 5,4%.


La economía brasileña creció en el primer trimestre del año un 5,8%, comparado con igual período de 2007, una noticia que este martes desató júbilo y cautela en el propio gobierno, debido a un dragón inflacionario que amenaza con salirse de la caverna.



Los datos del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) están por encima de las previsiones públicas y privadas, pero si se miran con lupa podrían revelar algunas fragilidades, según empresarios y economistas.



Si se compara con el resultado del último trimestre de 2007, el crecimiento fue de apenas 0,7 por ciento.



Es una cifra magra, favorecida por la aceleración del último trimestre de 2007, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió el 1,6%, para coronar una crecimiento anual de 5,4%.



El enfriamiento del primer trimestre de este año fue provocado por un leve enfriamiento del consumo final, según el Gobierno.



«Estoy convencido de que mantendremos eso por muchos años», dijo el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, sobre el resultado.



«Basta con que no perdamos el buen sentido de no permitir que la inflación regrese y que la demanda no crezca de forma exagerada, encima de la oferta», agregó.



Para el ministro de Hacienda, Guido Mántega, no está mal moderar los ímpetus consumistas de los brasileños.



«No estamos derrumbando la demanda, apenas colocando más agua en la olla hirviendo», explicó Mántega.



«La economía estaba muy recalentada. Un crecimiento consolidado de la demanda entre 6,5% y 7,0% es deseable y estimula las inversiones», agregó en una rueda de prensa en Brasilia.



Para Mántega la desacaleración en el primer trimestre era «deseada» y fue «bastante moderada».



El ritmo actual apunta una expansión en el PIB del 5% en todo 2008 y a una «tasa similar» para 2009 y 2010, dijo.



Varios economistas independientes destacaron este martes que el crecimiento continúa robusto, pese a la desaceleración y está más ajustado a las condiciones reales de la economía.



La principal preocupación del Gobierno es lograr una «convergencia» entre la oferta y la demanda en el mercado interno, para evitar el retorno de la inflación.



Para intentar conjurar ese miedo el Banco Central recrudeció su política monetaria conservadora, que se basa en mantener las tasas de interés reales y nominales «más altas del mundo».



La meta oficial del Banco para este año es que Brasil tenga una inflación del 4,5% de inflación anual, con una «banda» de tolerancia de 2 puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.



Pero todas las previsiones apuntan a que el indicador amenaza con salirse del límite superior, lo que encendió luces de alarma.



El Banco Central fijó la semana pasada la tasa de interés básica referencial en 12,25% anual para los papeles públicos. Pero en la práctica para el consumidor final los tipos varían desde 60% para la compra de autos hasta más de 185% para préstamos personales bancarios y más de 260% para tarjetas de crédito.



Los altos tipos son un lastre para el crecimiento, según empresarios y economistas.



El propio vicepresidente del país, José Alencar, afirmó hoy que Brasil, podría crecer aún más a no ser por esa política restrictiva del Banco Central que «inhibe la inversión y el consumo al aplicar tipos de interés decenas de veces superiores a la tasa promedio básica real del mundo».



Lo cierto es que la actividad económica gana más fuerza desde 2007 debido a la expansión del crédito, al aumento de la masa de salarios pagados y a la valorización del real, señaló la consultora Austin Rating.



«Al contrario de años anteriores el crecimiento no está concentrado en pocos sectores, sino diseminado en toda la economía», agregó. La consultora mantuvo para todo 2008 su expectativa de un crecimiento del 4,6% del PIB.



La expansión del crédito, el crecimiento de la renta y los programas sociales del Gobierno en un año de elecciones municipales contribuirán para que se mantenga la expansión, agregó.



Para empresarios la fuerte valorización del real -de 20% en el último año- abarata productos importados, pero frena la competitividad de la industria y sus exportaciones.



«Brasil tiene toda la posibilidad de crecer de forma sustentable, pero las altas tasas, el cambio sobrevalorizado, nuevos impuestos y gastos públicos crecientes van a contramano del crecimiento», afirmó el presidente de la patronal Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp), Paulo Skaf.



EFE

Publicidad

Tendencias