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Senado colombiano hunde reforma política que depuraría nexos con paras

Gustavo Petro, senador del Polo Democrático Alternativo (PDA, oposición), señaló que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe no quiere que «le quiten los escaños obtenidos a través de las mafias del paramilitarismo».


Una comisión del Senado colombiano «hundió» este martes una reforma política que buscaba depurar al Legislativo ante la crisis de legitimidad derivada por los nexos de congresistas con paramilitares.



Pese al quórum alcanzado, a la reforma, que había sido aprobada en seis de los ocho debates requeridos en el Congreso, le faltaron dos votos para pasar al pleno del Senado a una última votación.



El mismo Gobierno, que era el ponente, retiró la iniciativa horas antes de la votación en la comisión del Senado, que definió la suerte de la reforma por ocho votos a favor y dos en contra.



Para haber sido aprobada, la propuesta requería del aval de 11 senadores en la comisión Primera, donde la votación se llevó a cabo tras un prolongado debate de casi nueve horas.



Legisladores de oposición y que apoyaban la depuración política consideraron que se frustra la renovación y la transparencia que se debía dar a las instituciones del Congreso tras el llamado escándalo de la «parapolítica», por el cual 33 legisladores están presos y otro número similar es investigado por nexos con paramilitares.



Gustavo Petro, senador del Polo Democrático Alternativo (PDA, oposición), señaló que el Gobierno del presidente Álvaro Uribe no quiere que «le quiten los escaños obtenidos a través de las mafias del paramilitarismo».



La reforma planteaba investigar los antecedentes tanto de congresistas como de aspirantes a esa instancia, así como sanciones para los partidos a cuyos integrantes se les comprobaran nexos con paramilitares u otros grupos armados, entre ellas la pérdida de escaños o «silla vacía», como se le denominó en el país.



El ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín, señaló, por su parte, que el hundimiento de esa reforma «envía un mensaje de seriedad a la institucionalidad del país», pues «no se podía permitir que se desinstitucionalizaran instituciones» como el mismo Congreso.



El senador Liberal Juan Fernando Cristo se declaró «avergonzado con el pueblo de Colombia» y «entristecido» con los parlamentarios «uribistas» que decidieron sepultar la reforma, e indicó que este ha sido «un mensaje nefasto».



EFE

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