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China manifiesta su oposición a visita del Dalai Lama a Australia

El Dalai Lama llegó ayer a Australia, segunda escala de la gira por varios países que inició en el Reino Unido.


El Ministerio de Asuntos Exteriores chino expresó hoy su «firme oposición» a la actual visita a Australia del Dalai Lama, líder religioso y espiritual tibetano, y pidió al Gobierno de ese país que «no le permita involucrarse en actividades separatistas».



«El Gobierno chino se opone a que cualquier país apoye o dé comodidades a las actividades separatistas del Dalai Lama», señaló el portavoz ministerial Qin Gang, en rueda de prensa.



También pidió a Australia que tome en consideración la «grave preocupación» de China por el viaje del líder tibetano, exiliado desde 1959.



No está previsto que el Dalai Lama se reúna con el primer ministro australiano, Kevin Rudd, ya que éste se encuentra de viaje oficial por Japón e Indonesia.



Encuentros de este tipo, por otro lado, son fuertemente condenados por Pekín, como se vio en el que el año pasado celebraron el líder tibetano y la canciller alemana Angela Merkel.



Las relaciones entre China y el Dalai Lama se han tensado en los últimos meses a raíz de los violentos incidentes de marzo en Lhasa y otras ciudades tibetanas, unos hechos que según Pekín fueron instigados por grupos y organizaciones próximas al líder tibetano.



Pese a las acusaciones de Pekín, delegados comunistas y del Dalai llevaron a cabo negociaciones en abril de cara a reducir las tensiones entre ambas partes, un diálogo que finalizó con escasos resultados.



Qin destacó hoy que la siguiente ronda de conversaciones entre las dos partes todavía no tiene fecha fijada y aún se discute.



El portavoz chino también culpó a la «camarilla» del Dalai Lama de la actual inestabilidad en el Tíbet, razón que adujo para justificar que, tres meses después, la región montañosa siga cerrada a la prensa extranjera.



«Lhasa y el Tíbet entero todavía están cerradas al mundo exterior, pero la responsabilidad de esto no debe caer sobre nuestros hombros», aseguró Qin.



El portavoz aseguró que, no obstante, China tendrá en cuenta las insistentes peticiones de los periodistas extranjeros para poder entrar en esa región, algo que ya antes de los incidentes de marzo era bastante difícil de conseguir.



EFE

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