Una de las trabas judiciales fue la derogación de una ley que facultaba el cobro obligatorio del 30 por ciento de la deuda para cualquier tipo de renegociación.
La deuda activa de Brasil, que está en la cartera de los contribuyentes morosos, supera las proyecciones de recaudo fiscal prevista para este año, reveló este domingo la coordinadora general de la Deuda Activa de la Unión, Nélida María de Brito Araujo.
La funcionaria, en declaraciones al servicio oficial de noticias Agencia Brasil, señaló que la deuda alcanzará este año los 688.000 millones de reales (unos 415.3934 millones de dólares), frente a los 682.000 millones de reales (unos 416.661 millones de dólares) que esperan ser recaudados en impuestos.
De Brito Araujo explicó que los contribuyentes retardan el pago de sus obligaciones con «maniobras judiciales y administrativas».
La Procuraduría de Hacienda General, responsable por el cobro a los morosos, apuntó que la lentitud en los procesos judiciales retrasa su función.
Los procesos de renegociación con grandes deudores se facilitan porque el 10 por ciento de los morosos responde por el 60 por ciento de la deuda activa.
Una de las trabas judiciales fue la derogación de una ley que facultaba el cobro obligatorio del 30 por ciento de la deuda para cualquier tipo de renegociación.
La falta de rigor en las normas de renegociación, según apuntó la funcionaria, hacen que empresas entren en acuerdo para que su nombre sea limpio y puedan participar de licitaciones o recibir crédito, pero luego incumplen el nuevo acuerdo para saldar la deuda.
El asunto ya está en análisis por parte del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ministro de Hacienda, Guido Mántega, y el resto del equipo económico del Gobierno, quienes elaborarán una propuesta para presentarla al Congreso
EFE
