La mandataria argentina ha debido enfrentar diversos problemas durante su gestión al mando del país, siendo el más fuerte la paralización de los sectores del campo. Para superar el problema, Fernández invitó a los dirigentes gremiales a una reunión para resolver el conflicto. Además, el conflicto afectó su imagen luego de afrontar masivos «cacerolazos» de protesta en las principales ciudades de Argentina, cuya popularidad ha descendido 36 puntos desde que asumió su mandato hace seis meses.
La presidenta argentina, Cristina Fernández, convocó a las cuatro mayores entidades del campo a una reunión para este lunes con vistas a resolver el conflicto que el sector mantiene con el Gobierno desde hace 103 días, confirmaron este domingo fuentes oficiales.
«Tenemos como país una gran posibilidad para desarrollarnos. Quiero invitarlo a Usted a que protagonicemos en pluralidad y democracia y junto a todos los argentinos el desafío y la responsabilidad que la hora nos impone», indica la carta distribuida entre los titulares de las asociaciones, que representan unos 290 mil productores.
La convocatoria -realizada después de que el campo levantó este sábado su cuarta huelga comercial en poco más de tres meses- se produjo en el marco del acuerdo del Bicentenario que pretende firmar la presidenta junto a distintos sectores de la sociedad con metas para el próximo lustro.
El conflicto comenzó a descomprimirse el martes pasado cuando la mandataria envió al Parlamento un proyecto de ley sobre el incremento de los impuestos que detonó el conflicto con el campo, tal como lo demandaban las organizaciones agrarias.
La invitación
«Como es publico y notorio, la entidad que Usted preside, junto a las demás entidades rurales, ha decidido poner fin al paro de comercialización de granos oportunamente dispuesto y el levantamiento de los diversos cortes de ruta que en los últimos cien días se habían expandido en determinados lugares del país», sostiene el escrito divulgado este domingo por medios locales.
«No ha de escapar a Usted que tales medidas de fuerza han deparado consecuencias definitivamente negativas para los argentinos», puntualiza la carta en alusión a los bloqueos de carreteras y las protestas del sector durante el conflicto, en rechazo a un esquema impositivo para la exportación de granos establecido por el Gobierno en marzo pasado.
Los paros afectan la vida nacional
Fernández considera en el escrito que las medidas de fuerza han afectado «el normal desarrollo de la vida nacional con el desabastecimiento de combustibles y de alimentos, situación que ha facilitado la acción de los especuladores que permanentemente medran con la necesidad de los ciudadanos».
«Ahora, con el nuevo temperamento que las entidades del agro han expresado, los argentinos hemos recuperado el funcionamiento democrático», indica la carta al referirse al fin del paro y los cortes de rutas, que habían causado desabastecimiento y distintos problemas en la economía, como la suspensión de miles de puestos de trabajo.
«La República nos exige a todos respetar absolutamente los derechos ciudadanos, algo que se vulnera cuando se afecta la libre movilidad, cuando se obstruye el acceso de la gente al alimento cotidiano o cuando se impide que otras actividades económicas puedan desarrollarse normalmente», advierte.
En este sentido, la jefa de Estado califica de «nociva» esta forma de protesta y manifiesta su esperanza de que «tales modalidades no se reiteren en el futuro por encima de cualquier diferencia que exista».
Lo que se espera para el lunes
La invitación fue cursada a los titulares de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi; la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens; de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Fernando Gioino; y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías, para este lunes a las 18.00 hora local (21.00 GMT).
Este lunes, además, el Congreso argentino comenzará a debatir el proyecto enviado por el Ejecutivo, que espera la ratificación de su medida, mientras dirigentes del campo piden a los legisladores que incorporen modificaciones a la norma, entre ellas, la eliminación del reciente aumento a las exportaciones de soja, maíz, girasol y trigo.
Por su parte, agrupaciones oficialistas instalaron una carpa frente el Parlamento para pedir la ratificación de la medida, mientras un grupo de ruralistas anticipó este fin de semana que también montarán una estructura similar frente al Congreso para reclamar a los legisladores que atiendan los pedidos del campo.
El conflicto afectó la imagen de la presidenta, que el pasado lunes afrontó masivos «cacerolazos» de protesta en las principales ciudades de Argentina y cuya popularidad ha descendido 36 puntos desde que asumió su mandato hace seis meses.
EFE
