Según las autoridades policiales, desde comienzos de 2007 los narcotraficantes están mezclando colores y sabores artificiales y utilizando envoltorios llamativos para atraer a niños y jóvenes en todo Estados Unidos.
El Comité Judicial del Senado de EE.UU. aprobó este jueves una medida bipartidista que aumenta las sanciones federales por la venta de metanfetaminas con sabor a caramelo y otros edulcorantes para incentivar su consumo entre niños y jóvenes.
Entre los promotores de la medida figura la senadora demócrata Dianne Feinstein, quien dijo en un comunicado que los narcotraficantes que intenten vender las metanfetaminas a los jóvenes con esos métodos «pagarán un precio muy alto».
Las drogas con sabor a caramelo están en aumento «y necesitamos tomar medidas robustas para frenar» esa tendencia, afirmó Feinstein, quien presentó la medida junto con el republicano Charles Grassley en abril de 2007.
Entre otros elementos, la iniciativa, que aún debe ser aprobada por ambas cámaras del Congreso para convertirse en ley, duplica las penas para quienes fabriquen, posean, vendan, o distribuyan las drogas adulteradas con caramelo y otros edulcorantes.
Las autoridades triplicarían las sanciones para los criminales reincidentes. Cualquier persona condenada por ese delito afrontaría al menos un año en prisión.
En la actualidad, las leyes federales imponen sanciones para la venta de drogas a menores de 21 años, pero éstas aumentan sólo si las autoridades logran mostrar, con pruebas fehacientes, que la droga fue distribuida a menores.
La medida no aplicaría en el caso del uso de sabores artificiales en los fármacos y otras sustancias controladas por el Gobierno federal.
Según las autoridades policiales, desde comienzos de 2007 los narcotraficantes están mezclando colores y sabores artificiales y utilizando envoltorios llamativos para atraer a niños y jóvenes en todo Estados Unidos.
El año pasado, las autoridades dieron cuenta de que algunos de los paquetes de metanfetaminas llevaban nombres como «Strawberry Quick», en alusión al sabor de fresa incorporado en la droga ilícita, mientras que otros, disponibles en San Francisco y otras ciudades del país, se vendían con sabor a chocolate.
La intención de los narcotraficantes es despertar la curiosidad de los jóvenes y ganar nuevos adictos, y los legisladores quieren poner coto a esta tendencia.
EFE
