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Diputados argentinos prometen ‘debate profundo’ sobre conflicto del campo

El conflicto del campo ha provocado pérdidas millonarias al país y supuesto un enorme desgaste para la jefa del Estado, cuyos índices de popularidad han caído en picada en los últimos meses.


Legisladores argentinos prometieron este sábado un «debate profundo» sobre el esquema impositivo para las exportaciones de granos, lo cual fue la causa de un severo conflicto entre el campo y el Gobierno, que motivó protestas y desabastecimiento.



«Lo que va a hacer el oficialismo es, con todo respeto y responsabilidad, poner a discutir los temas y debatirlos en profundidad», aseguró el titular de la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, Alberto Cantero Gutiérrez, perteneciente al gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista).



«Ponemos en discusión el proyecto enviado por el Ejecutivo», enfatizó Cantero, luego de que el Parlamento comenzó a discutir esta semana la medida oficial que instauró en marzo pasado las retenciones móviles y desató las protestas de los productores.



Esta primera semana de debates concluyó sin avances, aunque se espera que la comisión legislativa emita en los próximos días un dictamen que permita que el pleno de la Cámara de Diputados, en su mayoría peronista, inicie la discusión.



Por su parte, el diputado Adrián Pérez, de la opositora Coalición Cívica, insistió hoy en que hay que «dar marcha atrás» con la resolución anunciada por el Gobierno de Cristina Fernández en marzo.



«Las medidas no deben ser confiscatorias. Esta norma ha generado mucho daño en la economía. Está claro que la resolución no puede ser ratificada», tal como pretende Fernández, indicó Pérez.



El ex presidente y líder del PJ, Néstor Kirchner, pidió esta semana «coraje» a los legisladores para ratificar la medida y respaldar la iniciativa del Gobierno de Fernández, esposa del ex jefe de Estado.



La prensa local afirma hoy que el proyecto que envió la mandataria al Congreso sufrirá modificaciones, a raíz del rechazo de la oposición y las resistencias de legisladores oficialistas a ratificar la medida.



Estos cambios permitirían aliviar las cargas impositivas para la exportación de granos, con vistas a resolver el conflicto, que derivó en cuatro huelgas comerciales, bloqueos de carreteras, movilizaciones, desabastecimiento de alimentos e insumos para la industria.



Algunos diputados, incluso, plantean la necesidad de eliminar directamente las retenciones a las exportaciones de soja, trigo, maíz y girasol, lo cual es rechazado por la mayoría de la Cámara.



«Hay una oposición que, a río revuelto ganancia de pescadores, propone ir por la derogación. Pero hay que encontrar una solución, no profundizar más el problema», resaltó hoy el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi.



De todas formas, el titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luciano Miguens, volvió hoy a pedir la suspensión por 180 días de la aplicación de retenciones móviles en el país, uno de los principales exportadores de granos del mundo.



En tanto, organizaciones oficialistas y productores rurales continuaban hoy instalados en la plaza situada frente al Congreso, en pleno centro porteño, para expresar su posición ante las retenciones móviles dispuestas por el Ejecutivo.



En las carpas y sus inmediaciones no sólo se realizan charlas sobre el conflicto, sino que también se desarrollan actividades artísticas y musicales, partidas de cartas y hasta choques deportivos.



La presidenta Fernández decidió hace unos 10 días dejar el tema en manos del Parlamento después de más de cien días de huelgas, protestas del sector rural y hasta «cacerolazos» en Buenos Aires.



El conflicto del campo ha provocado pérdidas millonarias al país y supuesto un enorme desgaste para la jefa del Estado, cuyos índices de popularidad han caído en picada en los últimos meses.



Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja, el cuarto de trigo y el sexto de carne vacuna, además de ocupar puestos de relevancia en el comercio global de aceites vegetales y harinas. EFE



EFE

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