Se espera que su liberación sea festejada en El Líbano como un nuevo triunfo de Hizbulá, que celebrará su regreso por todo lo alto. según declararon hoy sus familiares a la televisión libanesa.
El Gobierno israelí aprobó este domingo un canje de prisioneros con la milicia chií libanesa Hizbulá, por el que pondrá en libertad presos libaneses a cambio de los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser, o de sus restos mortales ya que Israel los da por muertos.
«Los soldados Eldad Regev y Ehud Goldwasser serán devueltos a Israel y también se nos entregará un informe sobre la desaparición del soldado Ron Arad y los restos de soldados fallecidos en la segunda guerra del Líbano», dijo a Efe David Baker, coordinador de prensa de la oficina del primer ministro israelí, Ehud Olmert.
A cambio, «el Estado de Israel dejará en libertad a Samir Kuntar y otros cuatro combatientes ilegales libaneses».
Además, también se devolverán a El Líbano «docenas de cuerpos de terroristas y personas que cruzaron ilegalmente la frontera, incluidos los de ocho miembros de Hizbulá», añadió.
Israel también se ha comprometido a entregar información a Naciones Unidas sobre la situación de cuatro iraníes, tres diplomáticos y su chófer, desaparecidos en el norte del Líbano en 1982.
Según un comunicado difundido por la oficina de Olmert, el pacto, alcanzado a través de una negociación en la que ha mediado Alemania, también incluye la liberación por parte de Israel de un número indeterminado de presos palestinos cuyo número e identidad «será determinado exclusivamente por el Estado de Israel».
En la nota, el Ejecutivo «reitera y confirma su obligación de hacer todo lo posible para obtener información creíble y sólida que arroje luz sobre la situación del piloto de la Fuerza Aérea israelí Ron Arad», desaparecido hace 22 años cuando su avión fue derribado mientras sobrevolaba El Líbano.
Aunque fuentes oficiales no confirmaron la fecha en la que se llevará a cabo el canje, medios israelíes informaron de que la operación se desarrollará en tres fases, las dos primeras se efectuarán dentro de diez a catorce días, la tercera en un mes.
«En la primera fase se intercambiará información y en la segunda se intercambiará a los prisioneros. La tercera fase tendrá lugar un mes después y en ella se pondrá en libertad a los presos palestinos», asegura el diario Yediot Aharonot en su versión digital.
El Consejo de Ministros aprobó el canje esta tarde tras una larga reunión de varias horas y por una mayoría de 22 votos contra tres, pese a las advertencias del Ejército de que el canje podría alentar a los terroristas a capturar más soldados en el futuro.
La decisión fue tomada tras un intenso debate social, en el cual, por una parte se criticaba al Gobierno por dar mucho a cambio de la devolución de soldados fallecidos y, de la otra, se defendía que el Ejecutivo tiene que hacer todo lo posible por devolver a casa a los soldados capturados o caídos en combate.
El rescate de soldados se considera en la tradición judía una obligación moral de la sociedad.
Pero, además, en un país como Israel en el que casi todo el mundo tiene que servir cerca de tres años en el Ejército y mantenerse en la reserva hasta los cuarenta años, la responsabilidad del Estado frente a sus soldados es una ineludible demanda social.
Precisamente porque en Israel todos tienen familiares, vecinos o amigos que son soldados, la devolución de los cuerpos de Regev y Goldwasser tiene el precio que tiene, un precio que finalmente el Gobierno ha asegurado que pagará.
El prisionero de la milicia chií libanesa Hizbulá, Kuntar, que será puesto en libertad en menos de dos semanas si todo transcurre con normalidad, es responsable de la muerte de tres miembros de una misma familia y un policía en la ciudad israelí de Naharía en 1979, uno de los asesinatos más brutales ocurridos en este país hasta esa fecha.
Se espera que su liberación sea festejada en El Líbano como un nuevo triunfo de Hizbulá, que celebrará su regreso por todo lo alto. según declararon hoy sus familiares a la televisión libanesa.
EFE
