Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja, el cuarto de trigo y el sexto de carne vacuna, además de ocupar puestos de relevancia en el comercio global de aceites vegetales y harinas.
La Cámara de Diputados de Argentina se prepara para tratar esta semana el proyecto oficial sobre el esquema impositivo para las exportaciones de granos que motivó un duro conflicto entre el Gobierno y el sector agrario.
Los diputados confían en que las comisiones legislativas de Agricultura y Presupuesto emitirán esta semana un dictamen, que permitirá que el pleno de la cámara, en su mayoría peronista, inicie la discusión que podrá darle un desenlace al conflicto que provocó numerosas protestas y desabastecimiento de alimentos.
«Estamos absolutamente convencidos de que los diputados y los distintos bloques van a consensuar un proyecto común, equilibrado que permita compatibilizar los intereses de todos los sectores», estimó el dirigente de Federación Agraria Argentina (FAA) Guillermo Gianassi.
El campo aspira a que se alivie la carga impositiva establecida en el esquema lanzado en marzo pasado por el Gobierno, que detonó el conflicto.
«Si se vota el acuerdo del capricho y la intolerancia del ex presidente Néstor Kirchner -defensor de la medida- evidentemente el conflicto sigue», advirtió este domingo el titular de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Mario Llambías.
Por su parte, varios legisladores y dirigentes de la oposición confían en que se incorporarán modificaciones al proyecto que envió al Parlamento la presidenta argentina, Cristina Fernández, para la ratificación del esquema impositivo para el sector.
«El Gobierno está en situación de jaque mate porque no cuenta con los votos que necesita. Yo creo que se va a ganar, se va a ganar de madrugada, va a ser una larguísima discusión», pronosticó la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió.
La prensa indicó hoy que los diputados del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista) analizan reducir los impuestos para los pequeños productores y votar otras leyes complementarias para atender otros reclamos del campo.
El ex presidente y líder del PJ, Néstor Kirchner, pidió la última semana «coraje» a los legisladores para ratificar la medida y respaldar la iniciativa del Gobierno de Fernández, esposa del ex jefe de Estado.
En tanto, organizaciones oficialistas y productores rurales continuaban hoy instalados en distintas carpas situadas frente al Congreso, en pleno centro porteño, para expresar su posición ante las retenciones móviles dispuestas por el Ejecutivo.
La presidenta Fernández decidió el pasado 17 de junio dejar el tema en manos del Parlamento después de más de cien días de huelgas, protestas del sector rural y hasta «cacerolazos» en Buenos Aires.
El conflicto del campo provocó pérdidas millonarias al país y un enorme desgaste para la jefa del Estado, cuyos índices de popularidad cayeron en picada en los últimos meses.
Argentina es el primer exportador mundial de girasol, el segundo de maíz, el tercero de soja, el cuarto de trigo y el sexto de carne vacuna, además de ocupar puestos de relevancia en el comercio global de aceites vegetales y harinas.
EFE
