En declaraciones al diario «Financial Times», Lourdes Aranda, también coordinadora de los cinco países emergentes (India, China, México, Brasil y Suráfrica), explica que «estamos muy interesados en tratar cómo hacer frente al encarecimiento de los alimentos».
Los países desarrollados han impuesto básicamente la agenda de la próxima reunión del G8 sin dejar apenas tiempo a los cinco emergentes que han invitado para exponer los temas que les preocupan, dijo la viceministra de Asuntos Exteriores de México, Lourdes Aranda.
Según Aranda, esos cinco países -el G5- podrían desempeñar un papel estabilizador, sobre todo dado el gran tamaño de sus poblaciones.
Fuentes diplomáticas citadas por el «Financial Times», indican que el país anfitrión de este año, Japón, se ha mostrado reacio a proseguir el diálogo con el G5, formalizado en la cumbre del año pasado en Alemania, por temor a reconocer abiertamente el poderío chino.
A consecuencia de ello, el diálogo con el G5 en la cumbre japonesa del 7 al 9 de julio ha sido abreviado y al mismo tiempo diluido al haber invitado el G8 también a países como Indonesia, Corea del Sur y Australia.
«Confiemos en que habrá una discusión más cabal en la próxima cumbre, que tendrá lugar en Italia en el 2009», dijo la viceministra mexicana.
Según Aranda, al G5 le gustaría centrarse más en temas como la transferencia de tecnologías -por ejemplo para combatir el cambio climático- desde los países desarrollados a los en vías de desarrollo, así como en los esfuerzos para mejorar los sistemas de salud de los países pobres.
Pese a sus críticas, la viceministra mexicana reconoció que el proceso iniciado el año pasado en la cumbre alemana de Heiligenstadt ha sido útil como suplemento de las negociaciones formales con el G8 en las Naciones Unidas o en la Organización Mundial del Comercio.
El llamado «diálogo de Heiligenstadt» también ha servido para acercar entre sí a los cinco países emergentes, que han podido coordinar mejor sus políticas no sólo frente al G8 sino también en el seno de otros organismos internacionales.
EFE
