La recientemente liberada ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt viajó a Francia, país del cual también ostenta la nacionalidad por virtud de su primer matrimonio con un ciudadano francés.Se espera que en París se entreviste con el presidente galo.
BBCMundo.com
En declaraciones a la prensa francesa el jueves, Betancourt dijo no estar segura de qué hará en el futuro. «Esta libertad me llega de golpe y estoy todavía bajo la anestesia del shock», dijo a la cadena televisiva France 2.
Anunció, sin embargo, que luchará por la liberación de los secuestrados que permanecen cautivos en Colombia y otros países.
Betancourt dijo que el trato recibido a manos de las FARC en la selva «no era para un ser humano» ni para «un animal».
Según el colaborador de BBC Mundo en Bogotá, Hernando Salazar, Betancourt anunció que participará el próximo 20 de julio en Colombia en una marcha de protesta contra los secuestros de las FARC similar a la que se realizó el pasado 4 de febrero.
«Icono»
Los medios franceses han estado cubriendo las incidencias de su liberación casi ininterrumpidamente, y se espera que Betancourt reciba una calurosa bienvenida a su llegada a Francia.
La ex rehén de las FARC viajará en el mismo avión con el canciller francés Bernard Kouchner y se espera que en París se entreviste con el presidente Nicolas Sarkozy.
Según el corresponsal de la BBC en Francia, Hugh Schofeld, el enamoramiento de Francia con Betancourt tiene «profundas raíces sicológicas».
El corresponsal agrega que durante el periodo de su cautiverio por la guerrilla colombiana, pasó de ser una poco conocida aunque bien conectada ambientalista de un país lejano, a un paradigma de heroísmo moderno.
Se formaron comités de apoyo a través del país, y en eventos deportivos, se le pedía a la audiencia aplaudir por cinco minutos en su honor.
El corresponsal puntualiza que Sarkozy se percató del ambiente y convirtió en prioridad de política externa su liberación.
Y aunque no pueda reivindicar una participación directa en su liberación, ciertamente obtendrá algunos réditos políticos.
Según Schofeld, es como si Betancourt respondiera a alguna necesidad en el pueblo francés por un icono que detente los valores que consideran propios: consciencia social, valor e independencia.
«Dulce Francia»
Hablando en francés en el aeropuerto de Bogotá poco después de su liberación, Betancourt dijo que ansiaba redescubrir lo que llamó «ma douce France» (mi dulce Francia), y que su corazón era compartido por Francia y su Colombia natal.
Betancourt vivió en París como estudiante en la prestigiosa universidad Science Po, en donde se hizo amiga del que sería primer ministro francés, Dominique de Villepin.
También allí se casó con su primer marido, un diplomático, con el que tuvo dos hijos, Melanie y Lorenzo.
