El próximo 10 de agosto está prevista la celebración del referendo revocatorio, que había sido propuesta en diciembre por Morales como salida a la crisis y aprobada en mayo por el senado (que controla la oposición) por unanimidad.
El prefecto opositor de Cochabamba Manfred Reyes Villa no acudirá al referendo revocatorio al que las autoridades regionales someterán sus cargos, junto al presidente y vicepresidente de Bolivia, aunque se quede solo, informó este sábado su vocero.
Erik Fajardo, portavoz del prefecto (gobernador) cochabambino, dijo a Efe que Reyes Villa no dará marcha atrás en su determinación de no concurrir al referendo, porque a su juicio defiende una posición «que hace a la legalidad».
Fajardo insistió en que Reyes Villa «no cambiará de postura» porque está dispuesto a «honrar» la posición de no asistir al revocatorio, que asumieron los prefectos de la oposición, agrupados en el denominado Consejo Nacional Democrático (Conalde).
Esta organización, que está conformada por los prefectos opositores a Morales de las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Cochabamba, decidió el pasado 23 de junio rechazar la convocatoria al referendo revocatorio.
Ese día, el Conalde determinó no concurrir al plebiscito luego de que el departamento de Tarija aprobó un estatuto de autonomía, que cerró el ciclo de consultas similares iniciado por Santa Cruz y replicado por Beni y Pando, tachados por el Ejecutivo de ilegales y separatistas.
No obstante, el viernes los prefectos de Santa Cruz, Rubén Costas; de Beni, Ernesto Suárez, y de Tarija, Mario Cossio, informaron a los medios que rectificaron su posición y que se someterán al referendo.
Al respecto el vocero del prefecto cochabambino señaló que «las posiciones del Conalde son orgánicas y de índole colegiado» y que esa posición «debe prevalecer», aunque reconoció que los prefectos individualmente están «en su derecho» de cambiar de actitud.
«Es una decisión de principios y Cochabamba la va a sostener así nos quedemos solos», remarcó Fajardo y agregó que lo harán «sosteniendo la bandera de la legalidad, la constitucionalidad y la democracia».
El próximo 10 de agosto está prevista la celebración del referendo revocatorio, que había sido propuesta en diciembre por Morales como salida a la crisis y aprobada en mayo por el senado (que controla la oposición) por unanimidad.
Los prefectos del Conalde objetaban el referendo revocatorio porque a su juicio favorece al presidente, pues establece que cesará el mandato de las autoridades si la votación en su contra es igual al porcentaje y el número total de votos obtenidos en los comicios de 2005, cuando fueron elegidas.
Así, para revocar al presidente sería necesario casi un 54 por ciento de votos en contra, mientras para prefectos como el de La Paz bastaría con alrededor del 38 por ciento o el 48 en el caso de Santa Cruz.
EFE
