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Stroessner, un apasionado por las cartas de amor, según su ex amante

«Nata» convivió 18 años con el ex gobernante y en 1978 se marchó a Suiza, donde se casó con un ciudadano de ese país, de quien se separó para retornar a Paraguay en 1986, cuando, con el visto bueno de Stroessner, se volvió a casar con un militar del que enviudó en 1999.


El general Alfredo Stroessner, que gobernó con mano de hierro Paraguay durante más de 35 años, gustaba escribir apasionadas cartas de amor en medio de sus actividades oficiales, reveló a Efe, María Estela Legal, la ex amante del mandatario.



Legal, más conocida como «Ñata» (chata, en guaraní), que en su libro de memorias titulado «Mi vida con el presidente Alfredo Stroessner», que presentó esta semana en Asunción, recrea en la obra dos de las más de cincuenta cartas que le escribió el ex gobernante a lo largo de los 18 años que vivieron juntos.



«Muchas cosas quedaron en el tintero, en esta obra hay solamente dos cartas del general; tengo otras cincuenta así es que tengo mucho que contar», señaló Legal, que conoció a Stroessner en 1960, cuando ella tenía 15 años y él, que ya era presidente, 48.



En algunos de los manuscritos presentados a Efe se destacan la delicada caligrafía del mandatario y que las misivas eran escritas en el momento y en el lugar en el que se encontraba ya que algunas de ellas fueron escritas con membretes de instituciones militares, incluso sobre papeles tomados al azar.



Legal anunció que varias de esas cartas serán presentadas en otro libro, pero que para ello pretende presentar en otros países su primera edición antes de ponerse a escribir la segunda parte.



Explicó que no esperaba que la obra «tuviera tanta demanda», por lo que piensa lanzarla en breve en otros países como España, México, EE.UU y Brasil, aunque confesó que primeramente se volcaría por este último país, que acogió en el exilio a Stroessner hasta su muerte, en 1996, a los 93 años.



«Por la proximidad y las buenas relaciones con Brasil, además del cariño y la admiración que Stroessner siempre tuvo por este país, tiendo a traducirlo al portugués», indicó.



Ñata, quien describió que el general era un hombre «metódico, prudente, disciplinado y, sobre todo, un apasionado por los manuscritos», tuvo con Stroessner dos hijas, María Estela y María Teresita de Jesús, nacidas en 1965 y 1968, respectivamente.



De su matrimonio oficial con Ligia Mora, ya fallecida, el ex gobernante paraguayo tuvo tres hijos, Gustavo, coronel retirado de la Fuerza Aérea, Alfredo, también fallecido, y Graciela.



Legal, quien se abstuvo de hablar de la actuación política de su ex pareja, definió a Stroessner como un hombre que «apartaba muy bien» las cuestiones privadas de las protocolarias y confesó que en los actos públicos a los que le acompañaba era presentada como invitada oficial.



Así, recordó que en ese carácter tuvo la ocasión de conocer personalmente al presidente de Estados Unidos, Lyndon Johnson, en una reunión de jefes de Estado sudamericanos realizado en la ciudad uruguaya de Punta del Este.



También participó del banquete que Stroessner ofreció en Asunción al entonces gobernante francés Charles de Gaulle, así como de los viajes oficiales que el fallecido dictador había realizado a Washington y Brasilia.



«Ñata» comentó que el libro, en cuya portada aparece sentada en el sillón presidencial junto al general, reproduce «las vivencias que tuvimos juntos a plenitud con nuestros hijas», y relató que el hombre que manejó con mano dura el país fue bondadoso y hogareño.



«En casa era muy cordial, atento con los hijos, nunca le escuché alzar la voz y decía que de esa forma hay que hacerle entender a la gente, en voz baja, esa era su manera», acotó al atribuir a la disciplina «una de las virtudes del éxito» que Stroessner «pudo tener en al vida».



Stroessner, quien tenía fama de mujeriego y bebedor, gustaba de la pesca y del ajedrez, que practicaba con un ex campeón nacional de disciplina, siempre tuvo «nostalgia de Paraguay», reveló su antigua pareja, quien comentó que la última vez que lo vio con vida, dos meses antes de fallecer, le expresó sus deseos de volver.



Sin embargo, explicó que cuándo le propuso hacerlo, le respondió que «el pueblo lo tiene que pedir».



En Paraguay, Stroessner afrontó varias denuncias por delitos de lesa humanidad, por los cuales algunos de los responsables de los organismos de seguridad fueron condenados a penas de hasta a 25 años de prisión.



«Nata» convivió 18 años con el ex gobernante y en 1978 se marchó a Suiza, donde se casó con un ciudadano de ese país, de quien se separó para retornar a Paraguay en 1986, cuando, con el visto bueno de Stroessner, se volvió a casar con un militar del que enviudó en 1999



EFE

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