A principios de año, el Gobierno reconoció por primera vez la existencia de vínculos entre la red terrorista Al Qaeda y los insurgentes del sur tailandés, y admitió que la situación ha empeorado desde que éstos reciben armas y dinero procedentes del narcotráfico.
Tres personas murieron este sábado y otras cinco resultaron heridas en un ataque perpetrado por presuntos insurgentes en el sur de Tailandia, donde ha habido unos 3.300 muertos desde que el movimiento separatista islámico reanudó la lucha armada en 2004, tras un letargo de una década.
Fuentes policiales indicaron que un grupo de rebeldes a bordo de un vehículo pasó frente a una tetería y disparó varias ráfagas hacia el interior del local en el distrito de Raman, en la provincia de Yala.
Los heridos fueron trasladados de urgencia al ambulatorio más próximo.
Los ataques con armas ligeras y atentados con bomba se suceden casi a diario en las provincias musulmanas de Yala, Narathiwat y Pattani, que ocupan el sur de Tailandia, pese al despliegue de cerca de 30.000 miembros de las fuerzas de seguridad.
A principios de año, el Gobierno reconoció por primera vez la existencia de vínculos entre la red terrorista Al Qaeda y los insurgentes del sur tailandés, y admitió que la situación ha empeorado desde que éstos reciben armas y dinero procedentes del narcotráfico.
EFE
