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Acusan a Policía de Río de ametrallar a madre y dos niños

Médicos del hospital Copa D’or de Río dijeron que el niño de tres años de edad, Joao Roberto sufrió un paro cardíaco en la mañana de este lunes y «muerte encefálica».


Un niño de tres años herido de bala el domingo por agentes de Río de Janeiro sufrió muerte cerebral este lunes y sus posibilidades de vida son mínimas, dijeron fuentes médicas mientras las autoridades admitieron que hubo «un error» en la acción policial.



El niño Joao Roberto Amaral Soares sufrió dos heridas de bala en la cabeza cuando viajaba el domingo por la noche acompañado de su madre y de un hermano de nueve meses a bordo de un auto que recibió al menos 15 disparos de policías militares, dijeron testigos.



Médicos del hospital Copa D’or de Río dijeron que Joao Roberto sufrió un paro cardíaco en la mañana de este lunes y «muerte encefálica».



«Lo que hubo de hecho fue una confusión», dijo más tarde en una rueda de prensa el Secretario de Seguridad del estado de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame.



«Un hecho de esos no tiene disculpas, es una vida que se fue», dijo el secretario al «lamentar profundamente» el nuevo incidente que empaña aún más la imagen de la policía de Río de Janeiro.



Atribuyó el fatal equívoco a la «falta de preparación y de discernimiento» de los agentes.



Beltrame desmontó la propia versión policial según la cual el auto de la familia fue alcanzado por accidente al quedar en el medio de un intercambio de disparos entre los policías y unos hombres armados que acababan de asaltar varios bares en el barrio de Tijuca, en la zona norte de Río.



Varios testigos dijeron a medios locales que el auto dirigido por Alessandra Amorim Soares fue ametrallado de manera deliberada porque fue confundido con el que supuestamente habrían abordado los bandidos.



«¡Él recibió un tiro en la cabeza! ¡Según la policía fue un intercambio de disparos, pero es mentira!», exclamó el padre del niño herido, Paulo Roberto do Amaral, en declaraciones recogidas por la radio CBN.



«Ellos los ametrallaron, no preguntaron quién estaba adentro, ametrallaron a un niño de nueve meses y a uno de tres años», afirmó a las puertas del hospital.



Su esposa, explicó, estacionó el auto para dar paso a una patrulla de la policía que perseguía a otro vehículo.



«Acribillaron el auto como si ella fuera bandida, ella ni tuvo tiempo de reaccionar», gritó desesperado en otra entrevista recogida por la televisión.



Según un testigo, la mujer logró abrir la puerta y gritando pidió ayuda para el niño herido.



Las armas de los policías «estaban apuntadas hacia ella», afirmó el testigo al canal Rede Globo.



El niño de nueve meses escapó ileso, pero la madre fue herida en el estómago y en las piernas, junto a su otro hijo de tres años.



La mujer explicó que los tres regresaban de una fiesta infantil y al percibir el movimiento policial mandó al niño a agacharse, pero éste no lo hizo a tiempo y fue alcanzado por los disparos.



Además de la bala que le ingresó por la nuca y alcanzó la parte frontal del cerebro, el niño fue alcanzado por otro proyectil a la altura de una oreja y una tercera en la región de los glúteos.



Beltrame dijo que dos agentes que participaron en el tiroteo fueron detenidos administrativamente por 72 horas mientras se investiga el caso.



Según organizaciones de defensa de derechos humanos, la policía de Río de Janeiro es una de las más letales de Brasil y suele incurrir en episodios de abuso de poder.



Un total de 502 personas perdieron la vida en todo el estado de Río de Janeiro por «resistirse» a la acción policial en el estado de Janeiro en los cuatro primeros meses de 2008, según datos oficiales.



La cifra de muertos a manos de la policía creció un 11,8 por ciento con respecto al mismo período del año pasado, según un balance del Instituto de Seguridad Pública (ISP) de Río.



EFE

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