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El Estado ruso estuvo implicado en la muerte de Litvinenko, según la BBC

Litvinenko, crítico del ex presidente ruso Vladimir Putin y antiguo espía de los servicios secretos rusos refugiado en Gran Bretaña, murió el 23 de noviembre de 2006 en un hospital londinense tras ser envenenado con polonio 210, sustancia radiactiva muy tóxica.


El Estado ruso estuvo implicado en la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko, envenenado en 2006 en Londres con una sustancia radiactiva, informó este lunes la cadena pública británica BBC citando a fuentes del Gobierno del Reino Unido.



«Creemos muy firmemente que hubo alguna implicación estatal en el el ‘caso Litvinenko’. Hay indicaciones muy sólidas de que fue una acción estatal», declaró un alto funcionario británico responsable de seguridad al programa televisivo de la BBC «Newsnight».



Litvinenko, crítico del ex presidente ruso Vladimir Putin y antiguo espía de los servicios secretos rusos refugiado en Gran Bretaña, murió el 23 de noviembre de 2006 en un hospital londinense tras ser envenenado con polonio 210, sustancia radiactiva muy tóxica.



Según la misma fuente, cuyo nombre no revela la cadena pública, el MI5 (servicio de espionaje interior británico) cree que frustró el pasado verano un intento de asesinato contra otro disidente ruso, el millonario Boris Berezovski.



La BBC dice haber leído un informe del MI5 que afirma que un ciudadano ruso y supuesto asesino a sueldo, identificado en el documento como «Mr A», fue arrestado el 21 de junio de 2007 en el Reino Unido y deportado cuatro días después.



La citada fuente gubernamental indicó que el caso de Berezovski, que vive asilado en Londres y ha acusado a Putin de estar detrás del asesinato de Litvinenko, demuestra «la continua disposición del FSB (Servicio Federal de Seguridad de Rusia, antiguo KGB) para considerar operaciones contra personas en Occidente».



El pasado noviembre, el jefe del MI5, Jonathan Evans, manifestó su inquietud por el hecho de que no haya disminuido el número de espías rusos en este país desde la Guerra Fría (1945-1990), que asciende a una treintena, según los servicios secretos británicos.



El «caso Litivinenko» causó graves tensiones diplomáticas entre Londres y Moscú, pues el Gobierno británico pidió el pasado año la extradición del ex espía ruso Andrei Lugovói como principal sospechoso del crimen, aunque él lo ha negado reiteradamente.



La Fiscalía del Estado británico recomendó que Lugovoi fuera procesado en el Reino Unido por un asesinato con «envenenamiento deliberado».



Sin embargo, Rusia ha rehusado cooperar con el Gobierno británico al insistir en que su Constitución prohíbe expresamente la extradición de nacionales del país.



De acuerdo con la BBC, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha tratado el caso, al parecer, con el nuevo presidente ruso, Dimitri Medvédev, en la cumbre del Grupo de los Ocho (siete países más industrializados y Rusia, G-8) que se celebra en Japón.
Londres espera que la reciente llegada al poder de Medvédev pueda ayudar a la mejora de las relaciones bilaterales.



EFE

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