«Déjeme todavía sesenta pequeños segundos para mi último minuto», pidió Watson apoyándose en el texto de una canción de Bruni para prolongar su intervención.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, aprovechó la publicación del último disco de su esposa, Carla Bruni, para bromear con el presidente del grupo liberal, Graham Watson, en su intervención ante el Parlamento Europeo.
«Déjeme todavía sesenta pequeños segundos para mi último minuto», pidió Watson apoyándose en el texto de una canción de Bruni para prolongar su intervención.
Las risas de los eurodiputados casi no dejaron oír como el líder de Los Verdes, Daniel Cohn-Bendit, que debía intervenir a continuación, protestaba: «me ha robado el chiste».
La respuesta de Sarkozy, que mantuvo un tono distendido durante la mayor parte del debate con los eurodiputados, llegó unos minutos después, en su siguiente turno de palabra.
«Tenemos los mismos gustos musicales», dijo Sarkozy a Watson, al que además prometió una copia dedicada del último disco de Carla Bruni, titulado «Comme si de rien n’était» («Como si nada»).
La cantante expresó su voluntad de compaginar su carrera de artista con sus obligaciones como Primera Dama de Francia, anunciando, sin embargo, que no pretende hacer una gira de promoción del disco.
Bruni ha decidido dedicar los beneficios generados en derechos de autor por ventas del disco a la Fondation France, de objetivos filantrópicos, sanitarios y culturales.
EFE