Los acusados son Juinichi Sato, coordinador de Greenpeace Japón, y Toru Suzuki, que admitieron haberse apoderado en abril pasado de una caja con 23,5 kilos de carne de ballena salada de primera calidad, valorada en más de 3.000 dólares, pero insistieron en que el acto no fue ilegal pues el ballenero también robó la carne.
La Fiscalía de Aomori (norte de Japón) acusó hoy formalmente a dos activistas de Greenpeace de robar carne de ballena y entrar sin autorización en el almacén en el que se guardaba, informó la organización ecologista.
«Desde el principio ha estado claro que el arresto y la detención, y ahora las acusaciones de los dos activistas, han estado motivadas políticamente», manifiesta Greenpeace en un comunicado.
Según las investigaciones, Sato y Suzuki irrumpieron el pasado 16 de abril en una oficina de Aomori de la compañía de camiones Seino Transportation y robaron la caja con carne de ballena.
En mayo, los miembros de Greenpeace presentaron una demanda contra doce tripulantes del ballenero Nisshin Maru por considerar que habían pasado de contrabando al mercado nipón carne de ballena cuando regresaban de la campaña de caza de esos cetáceos en el Océano Antártico patrocinada por el Gobierno japonés.
EFE
